@Noudiari/ El caso de la desaladora de Santa Eulària amenaza con eternizarse y convertirse en un nuevo ejemplo de obra que se prolonga indefinidamente en el tiempo. Así, el conseller de Medio Ambiente, Biel Company, en su visita a Eivissa, ha admitido que en una reunión que tuvo el pasado lunes 15 de abril con el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, éste le confesó que el dinero prometido para la desaladora “había volado”.
“Estamos teniendo un pulso en el que cada uno mantiene sus posturas”, ha indicado Company, que ha asegurado que si la situación económica “fuera otra” estas obras estarían acabadas. En una pirueta dialéctica, el conseller ha afirmado que el “acuerdo con Madrid es total”, que hay un compromiso para terminar la infraestructura pero que el ministerio no realizará la inversión prometida hasta que “la coyuntura económica cambie”. Traducción: no hay fecha.
Un sobrecoste de 19 millones
Recordemos que el pasado mes de noviembre el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se comprometió a pagar 6 de los 19 millones del sobrecoste que implica construir las canalizaciones para conectar la desaladora de Santa Eulària con otros núcleos urbanos. La inversión prometida de 6 millones era importante pero insuficiente, ya que quedaban 13 millones de euros por pagar que el Govern balear no puede asumir. “Si pagáramos esta cantidad, tendríamos que cerrar Abaqua -la agencia que gestiona el agua en las Balears-”, ha asegurado Company.
La desaladora de Santa Eulària empezó a construirse en el año 2007 y se terminó en el 2012. A pesar de estar presupuestada en 22 millones de euros, su costo total ascendió hasta 41 millones, casi el doble. El mantenimiento anual es, además, de 3,5 millones al año. Unas cantidades que nadie puede asumir.
Comienza las obras de reforma de la desaladora de Formentera
El conseller ha visitado también las obras de la reforma de la desaladora de Formentera acompañado por el delegado del Gobierno de la isla, José Manuel Alcaraz, y el director de Abaqua, Jaume Ferriol. Los trabajos, que comenzaron el pasado 5 de abril, se prolongarán durante 6 meses y proveerán de agua de calidad para el consumo humano «evitando los problemas que ha habido durante los últimos años».
Esta primera fase, que pretende mejorar el estado de los bastidores y la reparación completa de las bombas y las turbinas, ha sido adjudicada a la empresa Cadagua SA por un importe de algo más de 1,2 millones de euros.
Nos gobierna el fascio y quien diga que ha habido transición, miente como un bellaco o no se entera de nada.
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al ladrón al ladrón…
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