@H.E./ ElSitio de Sant Antoni se despide. La apuesta era arriesgada, como poner una carnicería de cerdo en Arabia Saudí. Era una apuesta atrevida, dinámica y fuerte que se alzaba contra el establishment de Sant Antoni y haciéndose eco de las demandas populares que se quejaban del turismo basura, de la música comercial y de la mala calidad; y que ahora les han dejado caer. En ElSitio se apuesta por los conciertos acústicos tanto locales como nacionales. Varios de los mejores cantautores nacionales han pasado por ElSitio y eso es una cosa con la que antes sólo podíamos soñar «Conciertos acústicos de cantautores nacionales en San Antonio…Sí, Pepe, sí..»
También era apuesta estética. Una zona de butacas evocaba las noches de copas de los mafiosos de «Uno de los nuestros», otra evocaba a una taberna mejicana del sXIX, otra a una vieja taberna de marineros y piratas, otra a una galería de arte, otra a una galería de antigüedades, pero todo mezclado en el mismo recinto como una macedonia perfecta. Como una escultura de Rodin que tiene varias lecturas, depende de cómo se mire, que cambia de un segundo a otro; de una mirada a otra. Como el imaginario del Dr Parnasus o El país de las Maravillas. ElSitio tiene vida propia. Estoy seguro que ahí pasaban historias maravillosas como la Isla del Tesoro de R.L. Stevenson cuando cerraba y todo el mundo dormía. Estoy seguro que los objetos, los cuadros y los mapas cobraban vida como si se tratasen de los juguetes de Toy Story; y que ahí, resguardados de aquellos que sólo ven líneas y escuchan ruido delante de las obras de arte, imaginaban miles de aventuras en paraísos lejanos sobre tiempos inmemoriales.
Una apuesta de calidad. Comida de primera calidad, combinando lo tradicional con lo moderno a precios asequibles. Unos postres de ensueño, así como los cócteles, que evocaban a paraísos tropicales, lejanos y remotos, alejados de la mano del hombre y sólo a merced del cocinero. Todo ante la intemperie fresca y amable, de las noches de verano, que otorgaba su terraza. Todo empezó con la inquietud de dos jóvenes valientes y emprendedores de San Antonio, empezando desde abajo, con su esfuerzo y con servicio exquisito, ante el establishmet San Antoniense.
Una lucha en desventaja, como David contra Goliath, que acabarán ganando. Porque ElSitio no es un espacio físico. No son cuatro paredes. No son las sillas. Ni las mesas. ElSitio es un sitio en el alma, un romanticismo, una inquietud, una apuesta, unos ideales y la magia del desnudo de la piedra, del río y del mundo. De momento, ante la que considero una de las peores noticias de San Antonio, puesto que era la apuesta clara para el cambio, lo que terminaría siendo el lugar de reunión de los que desean el cambio o intercambian sus inquietudes alejadas de la corriente principal, sólo puedo decir perdón y gracias. Gracias y perdón.
https://www.youtube.com/watch?v=EvcYsCm6U0Q&feature=youtube_gdata_player
Hombre, este artículo queda muy bién, pero las veces que he ido, unas cuantas, ni muchas, ni pocas, me he encontrado con unos precios altos, más de lo deseable por el servicio prestado, y con unos camareros que no se enteran y que la cagan constantemente, y la gente se acaba dando cuenta de esto.