@L.A./El equipo de gobierno de Vila prepara el memorial en recuerdo de las víctimas ibicencas de la represión franquista durante la Guerra Civil y la dictadura, que se instalará en el Cementiri Vell.
El concejal de Cultura Pep Tur, explicó en el pleno municipal celebrado el jueves, a raíz de una moción de Epic, que el Consistorio trabaja ya en el proyecto del memorial, y añadió que se realizará una ruta por la ciudad para dar «a conocer todos los acontecimientos de la Guerra Civil en el municipio».
La misma propuesta del Fòrum per la Memória d’Eivissa i Formentera, que fue rechazada en marzo por el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, con los votos de Epic, y de los exconcejales no adscritos Marienna Sánchez-Jáuregui y Juan Daura, saldrá ahora adelante con el gobierno de PSOE-Guanyem Eivissa.
En marzo, el ahora alcalde Rafa Ruiz, presentó como concejal de la oposición una moción para que se instalara el memorial, que fue rechazada por la mayoría del pleno porque consideraba que la placa se debía destinar a todas las víctimas de la Guerra Civil.
Villalonga cuestiona que en 2105 se haga política «del 36»
En el pleno del jueves, el concejal de Epic Antonio Villalonga volvió a insistir en esta petición, que en esta ocasión no prosperó.
«Es lógico que el Ayuntamiento recuerde a todas las víctimas tanto de la Guerra Civil y como de la represión franquista posterior, porque si no acabaremos haciendo política en 2015 del 36, y ya estamos en 2015, hay cosas que ya se deben ir superando un poco», señaló el concejal, quien destacó que le parece bien que se recupere la memoria histórica, «pero que se debe hacer de manera ecuánime», añadió.
En respuesta, Pep Tur destacó «la necesidad de que la memoria histórica preste atención a todas las personas que no tuvieron memoria durante todos aquellos años».
«Precisamente, el objetivo de la memoria histórica es hacerse cargo de los olvidados, de todas aquellas personas que estuvieron olvidadas durante décadas, y la intención de este Ayuntamiento es recordarlas con este memorial. Después las rutas sí incluirán todos los hechos de la Guerra Civil, pero el memorial estará destinado a recuperar los olvidados», destacó Tur.
Llegará el día en que seremos capaces de construir memoriales para todas las víctimas, sin importar el bando, y celebraremos los homenajes tan merecidos y necesarios juntos y al mismo tiempo. Lo propuso un buen periodista ibicenco en agosto, y es a lo que debemos aspirar… Y entonces ya podremos decir que aquel indeseable conflicto entre paisanos ha quedado perdonado
por desconocimiento, cuantos fusilamientos/ejecuciones hubo de republicanos en Ibiza??
Pienso que sería inteligente que si hay que honrar a los muertos, sea a todos, no a los de la última contienda, a los del siglo pasado, a los del XVII, a los del XIV etc todos murieron por una causa y todos merecen respeto.
A Pedro G: Es muy difícil precisar las víctimas específicamente republicanas o del bando nacional, ya que la cuarentena de muertos del bombardeo del bando franquista de septiembre del 36 no se sabe qué afinidades tenían, al igual que entre el centenar de fusilados en el castillo pocas horas después por parte las milicias anarquistas había muchos religiosos ajenos a la política. Pero hubo unas 300 víctimas mortales en la Guerra Civil en las Pitiüses, no se puede especificar cuáles eran franquistas y cuáles republicanas, pero sí que más un centenar de muertes las ejecutaron desde el bando republicano y cerca de doscientas desde el bando nacional. Saludos.
Y porque con dinero municipal (es decir de todos) deben hacerse diferenciaciones de bandos??? Si se hace, que hagan de todos y si algún colectivo en particular quiere hacer algo discrecional que lo haga de manera privada y con dinero privado. Esto solo se puede entender cómo un revancha, «como ahora gobiernan los nuestros…»
Sres políticos la inmensa sociedad lo ha superado. Tengan sentido común y en lugar de abrir brechas cierren las existentes. Por respeto a TODOS los muertos.
Por cierto estos son los aires renovados y el cambio del que alardean PSOE y Podemos-guanyen?? Pues vamos listos.
Me parece genial este acto. Recordar a los olvidados es la seña de unos gobernantes que tienen presente lo que les hemos pedido siempre, que no olviden a los más desfavorecidos,que no dejen atrás a personas que en este modelo de vida se han quedado por el camino. Todo mi apoyo.
Lo que yo pienso es que ls muertos muertos estan sean de un bando u otro y que la mierda mas huele cuanto mas se remueve y que ya esta bien de gastar dinero publico en cosas que no van a solucionar nada y que nuestros jovenes ni siquiera les importan y si es mas importante ese dinero para personas dependientes y sanidad o educacion Asi opino yo Ylos que murieron ya no les resucitaran y si los demas podran tener una opottunidad Y si quieren gastar que gasten su dinero privado no el de nuestros impuestos
Deje la «pandereta» y diganos de donde saca las ultimas cuatro palabras de su escrito.
No vale decir -lo he oido-.
Si la memoria no me falla, en la «causa general», no se menciona nada de esto, y esta escrita por el bando vencedor de la Guerra Civil.
Aporte datos que se puedan comprobar o rectifique lo escrito.
Salutem.
n mi familia perdieron la guerra. Mi padre hizo poco para ganarla, pues la pasó en artillería antiaérea, jugando al ajedrez entre bombardeo y bombardeo. Pero mi tío Lorenzo, que se alistó con dieciséis años y volvió de sargento y con agujero de bala a los diecinueve, se comió el Ebro y Belchite. Quiero decir con eso que, por nacer doce años después de la guerra, tuve información oral fresca: combates, represión, cárceles, paseos a manos de milicianos o falangistas, y cosas así. Soy de Cartagena, donde la cosa estuvo cruda. Tuve además, como casi todos los españoles, a parientes en ambos bandos; y allí lucharon y también fueron fusilados por unos y otros, en aquella macabra lotería que fue España.
Poseo, por tanto, elementos casi de primera mano sobre esa parte de la memoria que ahora tanto agitan. Y nunca me tragué lo de buenos y malos: ni cuando niño las hordas rojas, ni de mayor los fascistas de fijador, brillantina y correaje. Tuvimos de unos y otros, naturalmente. Y a la guerra siguió una dictadura infame, ajena a la caridad. Pero hay un par de puntualizaciones necesarias. Una es que, españoles todos, llenos de los rencores, las envidias y la mala baba de la estirpe, canallas y asesinos lo fuimos en los dos bandos. Otra, que casi todos se vieron envueltos en aquello muy a su pesar; y que, entusiastas y héroes aparte -a ambos lados los hubo con igual coraje y motivos-, la mayor parte estuvo en las trincheras de modo aleatorio, según donde tocó. La prueba es que hubo más deserciones -pasarse, decían- por volver al pueblo con la familia, que por ideología nacional o republicana.
Por eso estoy hasta los cojones de que me vendan burros teñidos de azabache. Si de pequeño no creí lo de la Cruzada y la espada más limpia de Occidente, no pretenderán que me trague ahora lo del pueblo en armas en plan Bambi: aquí la buena gente proletaria, y allí espadones y señoritos. Mi padre y mi tío, verbigracia, eran chicos de buena familia, pero defendían a la República. Entre otras cosas, porque el pueblo eran muchos pueblos y muchos hijos de vecino, y cada cual, según le iba o donde caía, era de su padre y de su madre. Por mucho que, a falta de argumentos actuales, de inteligencia política, de cultura, de ideas claras y de otra cosa que no sea el hoy trinco votos y mañana veremos, ciertos habituales de los telediarios estén empeñados en ganar por la cara, setenta años después, las guerras que perdieron sus abuelos, o los míos. Y no sé hasta qué punto la demagogia y el fraude calarán en jóvenes a quienes eso queda muy lejos; pero ya empiezo a estar harto de tanto bocazas y tanto cuento chino. Una cosa es que aquellos a cuyos parientes fusilaron por rojos puedan, al fin, hacer lo que hicieron otros en los años cuarenta: honrar los huesos de sus muertos. Otra, que se falsee la Historia para reventar al adversario político de ahora mismo, suplantando la realidad con camelos como aquel grotesco Libertarias que rodó hace años Vicente Aranda, poblado de angelicales milicianos. Por ejemplo.
Así que ya está bien de mezclar churras con merinas. Tengo verdaderas ganas de oír, en boca de estos cantamañanas aficionados no a desenterrar muertos, sino rencores, que el franquismo sometió a España a una represión brutal, cierto; pero que, de haber ganado la República, sus fosas comunes también habrían sido numerosas. Que ya lo fueron, por cierto, aunque ahora se cargue todo en la ambigua cuenta de los incontrolados. Y no digamos si hubieran vencido los tipos duros del partido comunista, entonces férreamente sujeto al padrecito Stalin; pregúntenselo a don Santiago Carrillo, que de ajustes de cuentas con derechas e izquierdas sabe un rato. Y en cuanto a los nacionalismos radicales -esos miserables paletos que tanta manteca han sacado de la guerra civil, y la siguen sacado-, sería útil recordarles que al presidente Companys, por ejemplo, cualquier gobierno izquierdista fuerte y consecuente lo habría fusilado también, acabada la guerra, por traidor a la República, a la Constitución y al Estatuto. Y del pueblo vasco que acudió a defender la libertad, curas incluidos, como un solo gudari y como una sola gudara, podemos hablar despacio otro día, porque hoy se me acaba la página. Incluidos los tercios de requetés donde se alistaron de abuelos a nietos apellidados Iturriaga, Onaindía, Beascoechea, Elejabeitia, Orueta o Zubiría; a quienes ni siquiera Javier Arzalluz -la jubilación más aplaudida de la historia reciente de España- podría llamar españoles maketos de mierda.