@Noudiari/Los propietarios de una casa payesa de Sant Mateu, de más de 300 años antigüedad, han descubierto un inesperado hallazgo mientras hacían una reforma integral de la cocina de su vivienda. Tras quitar el enlucido de la pared, y dejar la piedra del muro a la vista, han encontrado un antiguo horno de pan que en su interior tenía una mandíbula de animal, que podría ser de un cerdo.
El descubrimiento fue posible gracias a que las piedras que cubrían el hueco del horno estaban sueltas, a diferencia del resto del muro, donde se encuentran fijas. En la misma pared también ha aparecido otro pequeño agujero, y en otro de los muros, lo que parece ser una pequeña puerta.
Esta vivienda era en la antigüedad una fábrica de ‘espardenyes’ y ‘capells’, entre otras prendas y utensilios ibicencos, anterior a que la adquiriera la familia de sus actuales dueños.
Ahora, la quijada encontrada, que podría remontarse a una tradicional ‘matanza’ de antaño, ha provocado que sus propietarios se reencuentren con un pasado que estuvo siempre junto ellos, cada día, tras el muro de su cocina.
En todo caso, los dueños de la vivienda se han propuesto investigar qué historia se esconde tras la mandíbula guardada allí hace más de cien años.