Por R. B./ Faruk Gandji nació en Irán, es ciudadano francés, fue educado en Suiza e Inglaterra, y reside en España. En los ochenta abandonó su carrera profesional como broker en Ginebra para convertirse en el alma mater de algunas de las fiestas más emblemáticas de las que se celebraban en KU y Amnesia. Gandji vio nacer a la Eivissa que se convirtió en un icono de la noche, del ocio, de la diversión y de la libertad. Hoy sigue organizando fiestas en algunas de las salas ibicencas con más renombre y ha creado un grupo en Facebook, ‘KU Ibiza Best Years’ que ha reunido a más de 7.000 fans. Entre la nostalgia y la experiencia, Faruk Gandji tiene mucho que decir a las nuevas generaciones que no han respetado la filosofía de aquella Eivissa que comenzaba a significarse como la isla con la mejor noche del mundo.
¿Cuándo vino a Ibiza por primera vez?
Mis padres me llevaron a Mallorca cuando era pequeño y allí pasé la mayoría de mis vacaciones de verano durante la década de los sesenta y setenta. Como me encontraba en Balears como en casa, decidí viajar a Eivissa en 1981, lo que significó el comienzo de mi interminable idilio amoroso con la isla.
Usted fue un testigo excepcional del nacimiento de dos de las discotecas con más éxito de Eivissa, KU y Amnesia. ¿En qué trabajaba en aquella época?
La primera vez que vine a Eivissa dirigía una firma de brockers de inversión en Suiza. Muy pronto comencé a organizar fiestas y concursos en Amnesia y KU, por lo que durante estos primeros años tuve que compaginar mi carrera como broker de mercados durante el invierno en Ginebra y Maestro de Ceremonias durante el verano en Eivissa.
¿Cuál cree que fue el secreto de esos clubs para convertirse en un icono mundial?
KU creó Amnesia cuando alquiló la antigua finca que había allí desde 1978 hasta 1982. Durante ese tiempo, la dirección de ambas discotecas era la misma. Las dos obtuvieron su fama mundial debido, sobre todo, a la gran diversidad de sus fiestas, su música emblemática y la gente asombrosa y sorprendente que acudía a las dos discotecas.
Hablemos un poco de KU, ahora llamada Privilege, un pequeño restaurante que se convirtió en la discoteca más grande de todo el mundo. ¿Qué resaltaría de aquellos primeros años?
La vida de KU abarcó doce años, desde 1978 hasta 1990. Aquel pequeño restaurante tenía una piscina gigantesca, un montón de terreno a su disposición y cada año atraía a más clientes. Debido a estos factores, cada invierno se añadían nuevas construcciones y bares. Ya en 1984 mi concurso ‘Miss Tanga’ atrajo a 4.500 personas a la discoteca. Cuando KU tuvo que cerrar su cubierta en 1990, los dueños decidieron aprovechar al máximo el espacio disponible, ampliando la capacidad del establecimiento a 10.000 personas.
Una de las fiestas más originales de KU era ‘Somos como niños’, donde todos los pequeños de Eivissa teníamos una cita diurna para pasar un día divertido en la discoteca, jugando, bañándonos en la piscina y bailando en compañía de nuestros padres. ¡Menuda idea tan atrevida! Hoy en día sería imposible que una discoteca organizara una fiesta infantil debido a la legislación, entre otras razones. ¿Cree que deberíamos volver a nuestros orígenes en algunos aspectos o está de acuerdo con la filosofía actual de los clubs ibicencos?
Estoy completamente en contra de la filosofía actual de las discotecas simplemente porque las fiestas ya no existen. La mayor parte de los eventos que se celebran en Eivissa hoy en día son conciertos de DJ’s acompañados por algunos shows pornográficos. Estoy convencido de que si los grandes clubs organizaran una fiesta apropiada para niños una tarde de domingo atraerían a más público que durante los ochenta. Por ejemplo, he montado recientemente dos fiestas alternativas y peculiares, con DJ’s locales, una en Ushuaïa y otra en MOMA. Tanto los residentes de Eivissa como el resto de público estaba encantado con el cambio de filosofía que emanaban estos dos eventos.
Ha creado una página de Facebook llamada ‘KU Ibiza Best Years’ con más de siete mil fans, donde ha colgado cientos de fotografías de los primeros años de esta discoteca. ¿De dónde surgió la idea?
Los años fueron pasando y me di cuenta de que lamentablemente se había olvidado la existencia y la importancia de la discoteca KU en la cultura clubbing de Eivissa. Decidí inmortalizar KU en Facebook a través de las fotografías y la música, con el objetivo de revivir el espíritu de los ochenta. Mi intención era también enseñar a las futuras generaciones cuando, dónde y cómo nació Eivissa como ‘Meca de las Discotecas’. Y hoy me alegra saber que la mayoría de los fans de la página de KU tienen entre 35 y 44 años.
¿Cómo consigue las fotografías? ¿Son todas suyas?
Comencé esta página de Facebook con mi colección privada de fotografías y pósters que había acumulado durante los ochenta. Muchos de mis amigos de aquella época, ‘Gente de Ibiza’, también se unieron, me ofrecieron copias de sus fotos y me ayudaron con la investigación. Ahora que la página ha crecido tanto recibo constantemente fotografías de gente de todas partes del mundo, con muchas ganas de contribuir a este proceso masivo de documentación de los años dorados de Eivissa.
¿Se ha convertido esta página en un lugar de encuentro para gente que se había perdido la pista durante todos estos años?
Absolutamente. Desde que puse en marcha esta página, hace menos de dos años, cientos de personas han recuperado el contacto. Recibo regularmente mensajes muy emocionantes de gente de los ochenta que se han reunido con sus amigos, a los que daban por perdidos, y han recuperado sus recuerdos. También, ‘KU Ibiza Best Years’ ha inspirado a mucha gente de los ochenta a abrir nuevas páginas y grupos de Facebook para comentar sus fotos, música y demás recuerdos en un ámbito mucho más privado.
Desde Roman Polanski hasta Grace Jones, pasando por Jean Paul Gautier o Ronnie Wood. Todos ellos aparecen en estas fotografías, junto a trabajadores de KU, bailarines y caras habituales de la discoteca como Brasilio, Tanit, Santamaría… Démosle un poco de tregua a la nostalgia. ¿Cuándo cree que finalizó esta época tan especial?
Cuando se hizo efectiva la ley que obligaba a las discotecas a construir un tejado, a cerrarse, la originalidad y es espíritu desapareció, seguido por los dueños, tanto celebrities como gente de Eivissa. Los nuevos propietarios se vieron forzados a recurrir a promotores extranjeros, que hacían cola por tener una oportunidad en Eivissa, para llenar sus locales con una nueva clase de turistas.
Estamos seguros de que usted atesora un montón de anécdotas divertidas de aquellos años. ¿Compartiría una con nosotros?
Durante el verano de 1984 un jeque árabe, acompañado por un séquito de diez chicas, vino a Ibiza a pasar quince días y cada noche acudía al bar Prive de KU. En su última noche, las jóvenes me dijeron que tenían pensado tirar al jeque a la piscina cuando se marcharan del local, por lo que decidí seguirlos cuando se fueran para evitar que sucediera ningún desastre. Por suerte, me sentí aliviado cuando vi al jeque nadando felizmente en la piscina, con toda la ropa puesta. En ese momento, una de las chicas me agarró y me tiró a la piscina, totalmente vestido y muy angustiado.
Un poco más temprano, ese mismo día, me hicieron entrega del presupuesto para la organización de mi próxima fiesta, todo en billetes pequeños que yo llevaba guardados con cuidado en mi bolsillo. Cuando salí de la piscina, totalmente empapado, no tuve otra opción que secarme a toda prisa, correr a casa y pasarme toda la noche colgando los billetes en pesetas en una cuerda, mientras los secaba con un secador antes de ir a trabajar al día siguiente.
Por último, ¿qué mensaje ofrecería a las generaciones más jóvenes que vienen a Eivissa, atraídos por su leyenda?
Sed libres y tened la mente abierta. Mantened contacto con la naturaleza y exploradla. Respetaos a vosotros mismos y a los residentes de la isla. Pero, sobre todo, recordad que en Eivissa uno puede perderse muy fácilmente en su vicio o encontrarse a sí mismo en su belleza.
Todo lo que ha dicho Faruk es verdad, estoy completamente de acuerdo en todo. Yo viví en Ibiza del 83 al 86 y lo que yo vivi alli, no lo he vivido en ningún lado del mundo. Los de los 80 somos los mejores
desde luego , estoy totalmente de acuerdo, por mi parte ,organizaba fiestas (privadas),desde el 77,año de mi experiencia Ibiza, hasta el 99,en el sector turistico ….muchos cambios, buenos y tambien malos… la vida sigue.
Faruk Gandji no sólo tiene toda la razón en su entrevista, pero también es la persona adecuada para describir el cambio en Ibiza.