@Natalia Cárdenas / La primera de las conferencias del ciclo ‘La Aventura de Educar en Familia’ tendrá lugar este viernes a las 19.00 horas en el Palacio de Congresos de Santa Eulària y correrá a cargo de la psicóloga Yolanda Cuevas Ayneto, especializada en Psicología de la salud y el deporte y es instructora de mindfulness.
En esta primera charla, ‘Por un deporte con valores entre todos’, se tratará de la importancia de educar a los niños en valores en conjunto, desde los padres a entrenadores y clubes deportivos. «Todos debemos acompañar a los niños en este ‘entrenamiento’ más allá del deporte físico como tal», señala la psicóloga.
Muchos niños están sometidos a presiones y esto les lleva a abandonar el deporte, por eso la experta incidirá en su charla en la importancia de ir más allá de la actividad física como tal y promover la colaboración de todos para que los niños disfruten con el deporte y no sean humillados si lo hacen mal. «Los beneficios del deporte a nivel psicológico y mental son vitales, ya que al practicarlo se liberan endorfinas que es un medicamento natural. Según las últimas investigaciones se sabe que se libera también la proteína BDNF que lo que hace es que las diferentes áreas del cerebro que están implicadas en el aprendizaje se desarrollen», explica Yolanda Cuevas.
El deporte debe ser ocio y diversión
La psicóloga también resalta la importancia de no castigar a los niños con el deporte, debe ser ocio y diversión. Otra actitud a desterrar es la de los padres que se convierten en una especie de entrenadores y en los partidos pierden los nervios, gritan a su hijo, a los jugadores a los entrenadores, árbitro… «Esto da muy mal ejemplo y son actitudes que los niños tenderán a imitar».
«Muchas veces los padres apuntan a los hijos a practicar el deporte que ellos hacían y proyectan en ellos sus metas, a las que ellos no han llegado», añade la experta. Esta actitud conlleva una gran presión a los jóvenes y explica que hay padres que graban los partidos y luego visionan las imágenes con los hijos diciéndoles los que tenían que haber hecho, como un segundo entrenador: «Esta presión está fuera de lugar».
Los gritos, humillaciones o las comparaciones a los que muchos padres someten as sus hijos durante un partido o competición es contraproducente. «Muchas veces niños pequeños me dicen que si pierden un partido o lo hacen mal, les van a castigar y no van a ir al cine por la tarde», afirma la psicóloga, señalando lo triste que resulta ver a estos pequeños sufrir una presión tan dura cuando tiene que ser algo positivo. Según Cuevas, esta forma de tratar a los niños lo que hace es llenarles de inseguridades en lugar de motivarles, como algunos padres piensan que hacen.
El cerebro de un niño es «tierno»
En paralelo a las críticas de algunos padres a sus hijos van ligadas las que se hacen en los grupos de whatssapp poniendo ‘verde’ al entrenador: «Los niños saben que esto existe y van a repetir el patrón con sus compañeros», plantea la psicóloga.
También afirma que un niño falta más al respeto, grita o humilla cuando lo ha visto en casa que cuando no lo ve. «El cerebro de un niño es tierno, se está formando y con estas actitudes en las que un padre humilla o compara a su hijo o le dice que es un inútil, porque esto se oye en los partidos, lo que está haciendo es que el concepto que va a tener ese niño de sí mismo no va a ser muy sano y acomodará su red en plan ‘yo no soy capaz, no soy suficiente, no voy a llegar…’ creando un sentimiento negativo de autoestima».
El mindfulness o la técnica del vivir el presente
Sobre ser el mindfulness, técnica de la que es instructora, Cuevas explica que se trata de la capacidad que podemos tener todos de estar en el presente. «Se sabe que la mente se va hacia el pasado y hacia el futuro y esto promueve malestar. Promueve sentimientos de tristeza por el pasado o ansiedad por el futuro».
Al entrenar esta capacidad para estar más en el presente, en lo que se está haciendo en el momento, genera más bienestar. En el deporte, por ejemplo, esta capacidad permite olvidarse rápidamente del error cometido en una competición y continuar adelante sin lamentaciones por lo que se puede subsanar más eficazmente.
Este tipo de terapia previene lesiones, al estirar o entrenar con la conciencia del presente se escucha mejor al cuerpo y se percibe si se está forzando una parte del cuerpo. «Para recuperación de lesiones ocurre lo mismo. Cuando un deportista está lesionado físicamente también le afecta a su estado de ánimo, a su mente. Generan pensamientos ansiosos sobre el regreso a la actividad, si se va a recuperar si llegará a tiempo a la final… y trabajar con esta gestión de pensamientos y emociones ayuda a sufrir menos y centrarse en la recuperación», finaliza la experta.