@Vicent Torres / Un vecino de Eivissa ha detectado en la zona de ses Salines un ejemplar de cangrejo azul (Callinectes sapidus), un crustáceo invasor original de aguas del Atlántico y que ya ha conquistado la costa del Levante y que se creía que todavía no había logrado instalarse en aguas ibicencas.
Se trata de una especie muy agresiva con el entorno -ya que se alimenta de algunos tipos de peces, cefalópodos y posiblemente de langostinos- pero también con los pescadores, ya que “ataca a las redes”.
“Es bastante agresivo. Come pulpos y peces, y en algunos estudios se han encontrado larvas de langostinos en su estómago. También ataca a las redes de trasmallo, por lo que crea problemas a los pescadores. Es un cangrejo que se reproduce muy rápido”, ha explicado este miércoles Verónica Núñez, oceanógrafa del CREM, que hasta el momento había explicado a los alumnos ibicencos que las Pitiüses se habían salvado de su presencia.
“Es un crustáceo que se reproduce tan rápido que cuando se detecta ya es muy difícil hacer algo para evitar su expansión. Pueden haber llegado aquí o bien un adulto enganchado a algún elemento, ya que tienen una gran capacidad natatoria, o bien las larvas ayudadas por las corrientes marinas”, apunta Núñez.
Pese a la alarma que puede crear este avistamiento en un primer momento, el cangrejo azul es comestible. De hecho, los pescadores del Levante lo comercializaron el pasado verano a cuatro euros el kilo y ya han adaptado los sistemas de pesca para poder capturarlo.