@Noudiari / Gail Dickinson, una mujer británica de 59 años, está siendo juzgada por haber mantenido relaciones sexuales con el hijo de una amiga en un apartamento vacacional en Sant Antoni.
Los hechos tuvieron lugar el 13 de junio del verano de 2017. Supuestamente, la abuela del menor vio a Gail teniendo relaciones sexuales con su nieto, de 14 años, en el balcón del apartamento en el que se encontraban de vacaciones junto con la madre y su hermano.
La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
El juicio aún continúa.
Woman, 59, ‘slept with boy, 14, on Ibiza balcony and praised «lovely package»‘https://t.co/Omekr4e3XC pic.twitter.com/SUh9ufLVra
— Daily Mirror (@DailyMirror) 5 de septiembre de 2018
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Los hechos tuvieron lugar el 13 de junio del verano de 2017. Supuestamente, la abuela del menor vio a Gail teniendo relaciones sexuales con su nieto, de 14 años, en el balcón del apartamento en el que se encontraban de vacaciones junto con la madre y su hermano.
La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
El juicio aún continúa.
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Los hechos tuvieron lugar el 13 de junio del verano de 2017. Supuestamente, la abuela del menor vio a Gail teniendo relaciones sexuales con su nieto, de 14 años, en el balcón del apartamento en el que se encontraban de vacaciones junto con la madre y su hermano.
La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
El juicio aún continúa.
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Los hechos tuvieron lugar el 13 de junio del verano de 2017. Supuestamente, la abuela del menor vio a Gail teniendo relaciones sexuales con su nieto, de 14 años, en el balcón del apartamento en el que se encontraban de vacaciones junto con la madre y su hermano.
La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
El juicio aún continúa.
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Los hechos tuvieron lugar el 13 de junio del verano de 2017. Supuestamente, la abuela del menor vio a Gail teniendo relaciones sexuales con su nieto, de 14 años, en el balcón del apartamento en el que se encontraban de vacaciones junto con la madre y su hermano.
La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
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La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
Cuando el jurado preguntó al chico, que declaró a través de videoconferencia, que cómo se sentía sobre este hecho, dijo: «No hubiera sucedido si hubiera estado sobrio. Me sorprendió que sucediera. Cuando me levanté por la mañana, me sentí muy sucio y me arrepentí».
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La abuela volvió a despertarse al oír susurros y se asomó al balcón, donde descubrió a Gail practicando sexo oral a su nieto. «Él parecía disfrutar, ella daba órdenes y le seguía como un robot».
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