@Noudiari / Los observadores del firmamento tienen que lidiar con la creciente contaminación lumínica de la ciudades, un aspecto que debería controlarse más, según la Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE), por las consecuencias medioambientales que conlleva, entre otros aspectos.
«Esta imagen demuestra el escaso control que se tiene en la ciudad de Ibiza sobre la contaminación lumínica. Los potentes focos del estadio de Can Misses, ya de por sí claramente excesivos, no siempre se apagan a la hora establecida, pues en ocasiones permanecen encendidos más allá de las dos de la madrugada, como fue el caso de la noche del 1 de enero», denuncian en su perfil de Facebook.
La potencia de estos focos es tal «que por sí solos constituyen una de las principales causas de contaminación lumínica de toda la isla, pero más grave aún es que no se apaguen cuando el estadio ya no se utiliza», añaden.
El derroche energético que suponen, entre otros aspectos «demuestran la urgencia de disponer de un Reglamento de Protección del Cielo Nocturno. Pero, al margen de ello, ayuntamientos como el de Ibiza deberían extremar las precauciones en los horarios de apagado de este agresivo alumbrado», concluyen.
«¿ Alguien se imagina que, en vez de luz dispersa, fueran grifos de agua derrochando y esparciendo indiscriminadamente y sin control el preciado líquido a kilómetros de distancia donde es innecesaria? Ahí si que pondríamos el grito en el cielo para detener el derroche», comparan.
Paga Amadeo.
En el campo de futbol de can bonet (ses paisses, sant antoni) es horrorosa la contaminacion luminica de los focos, mal enfocados hacia las casas, encendidas continuamente aunque no haya partido, de noche parece de dia…una vergüenza…
A falta de estrellas en el campo, ponen focos que iluminan mucho.
Y me pregunto quién paga esa factura de luz.