@Noudiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alerta decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado.
Día 16 de retiro.
Hoy mi madre tenía una reunión de trabajo por videoconferencia. Según ella era importante.
Así que se ha encerrado en el despacho y nos ha pedido a mi hermana y a mi que no entrásemos en la habitación. Nos ha advertido que si incumplíamos sus indicaciones nos lanzaba un chanclazo.
Bajo mi punto de vista, la reunión tampoco debía ser tan importante si ella iba, a las doce del mediodía, con medio pijama puesto y las zapatillas de andar por casa. Pero a nosotros nos obliga a estar bien vestidos a las nueve de la mañana.
Cuando me he dado cuenta, yo necesitaba unos folios para un trabajo de matemáticas. Y, cómo no, estaban en la «oficina» que se había improvisado mi madre.
Después de un rato buscando por toda la casa sin resultado, no tenía más opciones que intentar entrar en el despacho. Pero cuando estaba detrás de la puerta he oído a mi madre hablando con sus compañeros de trabajo.
Mi madre se ha tirado un buen rato de la reunión preguntando que cómo se puede levantar la mano con su aplicación de videoconferencias.
Y por lo que he oído, no se ha enterado. Me sabe mal por sus compañeros. Vaya espécimen les ha tocado.
Conociéndola, no nos va a dejar tranquilos hasta que descubra cómo puede levantar la mano. Si hace falta, para que me deje en paz, le ‘hackeo’ el ordenador.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Qué ideas de bombero tienes¡¡
No cambies, ni después de la cuarentena..
Ànimo guapos