@Noudiari / Un total de 340 centros educativos de Baleares han repartido hoy las tarjetas prepago para los 6.152 alumnos que son beneficiarios de las ayudas de comedor por razones socioeconómicas.
La directora general de Primera Infancia, Innovación y Comunidad Educativa, Amanda Fernández, ha explicado que el procedimiento de reparto de las tarjetas a las familias se ha desarrollado sin incidencias relevantes y ha destacado “el buen trabajo que han llevado a cabo los centros educativos puesto que se han organizado muy bien y han mostrado su voluntad de ayudar a las familias más vulnerables en un momento complicado como el que estambre viviendo”.
Fernández ha explicado que todo el dispositivo para repartir las tarjetas “se ha coordinado con Delegación de Gobierno para garantizar que las familias y los centros pudieran llevar a cabo el procedimiento con la seguridad y eficiencia necesarias”.
La Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes ha invertido 375.000 euros de modo que, durante la primera quincena del estado de alarma, las tarjetas estén cargadas con 60 euros euros cada una y ahora ya se trabaja para ampliar el crédito para la segunda quincena de estado de alarma.
En total, se distribuirán 6.152 tarjetas: 5.453 en Mallorca, 434 en Menorca, 251 en Ibiza y 14 de Formentera.
De uno en uno y con cita
A lo largo de la semana pasada, los centros citaron a las familias beneficiarias para recoger las tarjetas en sus centros y puntos habilitados para hoy lunes día 30 con un margen de 10 minutos entre usuario.
Han tomado medidas de seguridad como que solo acuda un miembro de la familia a recogerlas o que no acuda nadie con síntomas o en cuarentena. Además, los centros han recibido material de limpieza y protección para las personas encargadas de dar las tarjetas, según informa la conselleria.
Antes de decidirse por este sistema de tarjetas, la conselleria estudió otras vías como la de distribuir comida a través de las mismas empresas que hacen el servicio de catering en los comedores escolares. Pero estas empresas no están preparadas para hacer el servicio a domicilio y no tienen capacidad para asumir este servicio. Se propuso ofrecer el mismo servicio gestionado por una ONG, pero tampoco tienen capacidad en la situación actual.
Se planteó la posibilidad de hacer transferencias bancarias. Pero en muchos de centros no tienen las cuentas bancarias de las familias y, en el caso de las más vulnerables, o bien no tienen cuenta o, en ocasiones, está embargada.
Finalmente se planteó la posibilidad de usar tarjetas prepago.
La única opción posible con garantía de llegar a todo el alumnado, con facilidad, rapidez y seguridad, ha sido repartir la tarjeta prepago desde los centros educativos.