@Noudiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alarma decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado .
Día 26 de cautiverio.
Ahora que en casa habíamos conseguido llegar a un pacto de no agresión por la vitamina C (yo me bebo un zumo cada mañana si no lleva zanahoria) mi padre se ha obsesionado con otra, la D.
Según mis padres, que desde la cuarentena parecen licenciados en vitaminología, la vitamina D es muy necesaria «porque sí».
Muy convicente la explicación. Hasta supera al «porque yo lo digo»o al «aquí mando yo» muy usado por mis vitaminólogos particulares.
La vitamina D por lo visto se obtiene exponiendo tu tejido celular a los rayos ultravioleta durante un mínimo de 30 minutos al día. Es decir, renunciando a las sombras.
Así que hoy nos ha tocado subir a la terraza a abrasarnos como un bistec. Ahhh, pero con la chaqueta puesta que la paranoia del constipado no se le ha quitado.
No me queda muy claro cuántas vitaminas existen. Espero que a mis padres tampoco.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Toma vitaminas¡ Son como el anuncio de la tele, que salía el primo de un zumo…jaja