NouDiari / El Ayuntamiento de Sant Antoni y la Direcció General de Salut Pública i Participació han ordenado la suspensión de la actividad de un establecimiento que funcionaba de forma ilegal como restaurante y como agroturismo.
Un operativo comprobó que desarrollaba una actividad de restaurante y de agroturismo sin contar con el título habilitante ni el seguro correspondiente, informa el Ayuntamiento en un comunicado.
El local, ubicado en la carretera de Forada a Sant Mateu, presentaba numerosas deficiencias e infracciones. El Consistorio no ha facilitado el nombre pero se trata de La Granja Ibiza.
El estado de sus instalaciones en materia de sanidad y salubridad suponía «un riesgo grave e inminente» para las personas, por lo que se ordenó el cierre inmediato de la actividad.
Encontraron un total de 24 infracciones graves en materia de sanidad.
Entre las infracciones destaca la falta de documentación para acreditar la inscripción del establecimiento en el Registro de la Conselleria de Salut, la potabilidad del agua de la que se abastecen o la formación en higiene y manipulación de alimentos de los trabajadores.
El local no cumplía con las normativas en cuanto a conservación de alimentos o gestión de residuos.
Había además infracciones de salubridad en la cocina, en el almacén y en el exterior del local.
En cuanto a las medidas preventivas obligatorias en consecuencia del Covid-19, el local no disponía de ningún protocolo correctamente documentado, los dispensadores de gel hidroalcohólico no estaban bien identificados y no contaban con cartelería informativa.
Por otra parte, también se detectó un equipo de música al aire libre sin limitador.
También se denunció al local por hacer fuego en campo abierto junto a un espacio de masa forestal sin contar con los medios de extinción.
«Tampoco disponía de los elementos de protección contraincendios de la actividad al alcance de los usuarios ni de la señalización de emergencias, además de presentar graves deficiencias en la instalación del gas y la instalación eléctrica», relata el Consistorio.
Durante la inspección se detectaron también deficiencias urbanísticas que se han trasladado al Consell de Ibiza por estar ubicado en suelo rústico protegido.
También se ha informado sobre la falta de autorización de la actividad turística del establecimiento.
La actuación se enmarca dentro de los dispositivos rutinarios organizados por el Ayuntamiento de Sant Antoni en la detección y control de actividades en el municipio.
El operativo de inspección estaba formado por la Policía Local de Sant Antoni, una inspectora del Servei de Seguretat Alimentària i Nutrició, un inspector de la Direcció General d’Emergencias 112 y el inspector municipal de Actividades del Ayuntamiento.
La visita fue este miércoles 7 de octubre.