Laura Ferrer Arambarri / Blanca Rodríguez no tiene miedo ni le avergüenza hablar del tema. «La vergüenza la tiene que tener él, yo no tengo nada que esconder», dice rotunda a Noudiari esta traductora y escritora gallega que, por circunstancias laborales de su padre, pasó unos años en Ibiza en la década de los 90.
En 1992 cursaba 1º de BUP en el instituto Sa Blanca Dona y Juan Manuel de Souza era su profesor de religión.
Durante una excursión en autobús, afirma que Souza le tocó los pechos: «Él estaba de pie en el pasillo y yo, de rodillas en el asiento, mirando hacia atrás, charlaba con unos amigos. El bus pilló un bache y Souza se apoyó en lo que pudo. Lo que pudo fueron mis tetas».
Lejos de apartar sus manos de ella, las dejó allí posadas un rato. «No soy imbécil, sé perfectamente lo que pasó porque el autobús siguió su camino y la mano siguió ahí», explica.
Un recuerdo «raro» de algo que le pasó pero que dejó a un lado pensando que se mofarían de ella si lo decía, que le dirían que «exageraba». Ahora tiene claro que no se imaginó nada. Ha contado su caso en Twitter y su hilo se ha compartido casi mil veces, además de tener más de dos mil ‘me gusta’ y numerosos comentarios y mensajes directos de apoyo y solidaridad.
Mi profe de religión de 1º de BUP era muy majo. Se llamaba Juan Manuel de Souza y era de esos curas enrollados. Llevaba el centro Remar de Ibiza, que ayudaba a salir de la droga. A todo el mundo le caía guay. Por eso cuando me tocó las tetas no quise creer que fuera aposta. +
— Blanca Rodríguez «Bandarrita» 🍉 (@bandarrita) April 1, 2021
«Era un señor muy respetado en ese momento, que caía bien a todo el mundo y, es más, se ponía de ejemplo cuando alguien criticaba a la Iglesia Católica porque él ayudaba a los drogadictos, trabajaba con en REMAR y ayudaba a las personas con problemas», explica a Noudiari. «Por eso creo que pensé que era imposible. Quise creer que no se había dado cuenta de que me estaba tocando los pechos. Hasta hoy, que he visto la noticia en Noudiari, no he sido completamente consciente», remarca.
Los hechos sucedieron hace 29 años «cuando no había tanta vigilancia de estos temas ni los teníamos tan presentes», recuerda. «Creo que si hubiese hablado en ese momento habría habido cachondeo a mi costa», relata Blanca Rodríguez. «En el fondo estaba segura de que algo había pasado porque de otro modo no lo recordaría 30 años después pero, por otra parte, trataba de convencerme a mí misma de que no era nada. Incluso pensé que él habría creído que tenía la mano apoyada en el respaldo del asiento pero eso no es así para nada, no tiene nada que ver tocar una cosa u otra. Él sabía lo que estaba haciendo», subraya.
Blanca Rodríguez alerta de que este sacerdote tuvo acceso a muchísimos niños y jóvenes tanto en las parroquias como en los colegios donde dio religión y le parece bastante llamativo que nunca corriese un rumor sobre él en Ibiza.
Cree que lo que le hizo a ella, «sin ser tan grave como los testimonios de abusos sexuales ya recogidos», se lo puede haber hecho a muchas más personas que se debieron quedar como ella, con la duda de si les había tocado o no.
«Espero que este caso llegue a la justicia», afirma
Esta mujer cursó el bachillerato en la isla, donde vivió cuatro años. Se fue en el año 1996.
Este es el primer testimonio en este sentido por parte de una mujer, ya que los otros cinco casos recogidos hasta el momento son todos de hombres. Seis personas en total.
El pájaro espino, espinoso y espinado del Souza sigue dando de qué hablar. Ojalá rebose hasta el final las alcantarillas donde se guardan todas sus fechorías.
Depredador sexual y encima cobarde.
No encaja. Me suena a mentira para ganar seguidores,pues este perfil busca repercusión. Remar es una Asociación Evangélica (Iglesia Evangélica) que no tiene nada que ver con curas, ni con la Iglesia Católica. De hecho en Remar no gustan los curas, por lo que no es creíble.
Por otro lado, me parece de mal gusto comparar abusos con un frenazo en el autobús donde para lo caerse resulta que pone la mano en un pecho. Vamos… Un insulto a las posibles victimas.