@Noudiari / Son muchas las excusas empleadas para no ejercer el derecho al voto. Están los nihilistas: «No voy a votar porque no sirve para nada». También están los incomprendidos («no hay ningún partido que me representa»), los indignados («todos los partidos políticos son iguales»), los despechados («el mejor desprecio es no hacer aprecio») o los perezosos («yo sólo voto en las generales»).
Sea cual sea la excusa, en las Pitiüses han sido muchos, demasiados, los que decidieron quedarse en sus casas y no acudir a los colegios electorales. En concreto, una de cada dos personas. De los 95.985 censados en Ibiza y Formentera, menos de la mitad de inscritos, 46.765 (48,7%) pasaron por las urnas, mientras que un total de 47.921 personas (49,9%) decidieron no ir a votar (aún faltan por escrutar el total de los votos en Vila y en el Consell d’Eivissa según los datos del Govern balear), lo que supone un máximo histórico de abstención en unas elecciones locales.
En Ibiza se contabilizaron 43.225 votantes (49,2%), mientras que 44.476 no acudieron a la cita de este domingo (50,71%). En 2011 la abstención fue del 48,72%. En Formentera, mientras tanto, el número de votantes (3.540) es ligeramente superior a las personas que no votaron (3.269), aunque hay un importante incremento de la abstención (48,01%) con respecto a 2011, que fue del 39,14%.
Por municipios, Santa Eulària es el que presenta un mayor índice de pasotismo electoral, con un 52,97%, seguido por Eivissa (52,08%), Sant Josep (51,71%), Formentera (48,01%), Sant Antoni (46,19%) y Sant Joan de Labritja (38,90%). Hace cuatro años, los porcentajes fueron del 50,61% en Santa Eulària, 49,40% en Eivissa, 49,32% en Sant Josep, 42,30% en Sant Antoni, 39,14% en Formentera y 32,82% en Sant Joan.
Con estos datos sobre la mesa, las Pitiüses están muy lejos de la media estatal, que en estas elecciones ha alcanzado una cifra del 35,07%. También pierde en comparación con el resto de Baleares, en donde la abstención es de un 41,66% para Menorca y de un 39,81% para Mallorca.
Ni la proliferación de partidos pequeños, con la irrupción de varias plataformas ciudadanas, ni la crisis económica y política han conseguido movilizar a los votantes en las Pitiüses, algo que han lamentado, y mucho, los candidatos populares, achacando los malos resultados a esa escasa participación. Aún así, el 48,4% de los que sí han pasado por las urnas han provocado un auténtico vuelco en casi todas las instituciones pitiusas.
Una explicación: En las pitiüsas está todo el pescado vendido desde hace tiempo. Más que una política, lo que hay es una idiosincrasia particular. Dicha forma de ver las cuestiones públicas no variará mucho, entre quien entre a administrarlo. Estoy por decir que tan sólo oscila un 10% como mucho. Mayores variaciones ocasionarían un quebranto social enorme.
Así nos va, con tan poca participación política y social. Los que intentan luchar contra el poder y cambiar algo son vistos como bichos raros.
Además, hay que añadir lo complicado que es el voto por correo. Muchos empadronados en Ibiza no viven en Ibiza ya sea por obligación o para poder abusar del descuento a residentes.