@C. Vidal / Luis Elcacho Roda (Lleida, 6 de enero de 1964) reconoce estar muy tranquilo a pocos días del partido de vuelta ante la Peña Sport, en el que el Formentera se está jugando dar el salto, por primera vez en su historia, a Segunda División B.
«¿Nervios? Ni de coña. He jugado partidos en el Bernabéu y en el Nou Camp. Eso sí que daba respeto… Lo de este domingo es un partido de esos que todo futbolista sueña con jugar y estoy muy confiado y seguro de nuestras posibilidades», asegura.
El empate a cero del partido disputado en Tafalla el pasado sábado deja la eliminatoria en el aire, aunque el técnico afirma que su equipo cuenta con una arma fundamental: la motivación. «El Formentera tiene más hambre de Segunda B que la Peña Sport. Ellos han subido y han bajado de Tercera a Segunda B en los últimos año, mientras que, para nosotros, es una ocasión única y que podría tardar mucho tiempo en repetirse», declara.
El ambiente previo al ‘partido del siglo’ en la pitiusa menor es de una euforia apena contenida. «Veo mucha ilusión, pero es inevitable que la gente esté emocionada. Muchos nos paran en la calle para desearnos suerte y preguntarnos por el partido. Hay una gran alegría por todo lo realizado esta temporada, con un campeonato de Liga y la posibilidad de un ascenso que, en caso de conseguir, supondría la página más gloriosa en la historia del club», dice.
Pero, al mismo tiempo, el entrenador quiere quitar presión a los suyos. «Sería muy bonito ascender este domingo, pero tampoco tenemos esa presión por conseguirlo, porque la temporada, pase lo que pase en este partido, está hecha. No se acaba el mundo en este encuentro y, aún perdiendo, aún tendríamos otra posibilidad para subir», admite.
Dejarse el alma
«Todos los ascensos son muy bonitos», añade Elcacho, que en la temporada 2006-07 consiguió también subir a Segunda División B con la SE Eivissa-Ibiza. «Son momentos distintos, pero muy emotivos, porque representas a toda una isla. Parece que en Formentera, al ser un club humilde y el único que hay aquí, es más trascendental. También tiene el valor añadido de que un sitio tan pequeño puede ser conocido deportivamente a nivel nacional», comenta.
El presidente del club, Felip Portas, ya afirmó en los micrófonos de la SER que militar en Segunda División B supone un ‘problema’ por el gran desembolso que hay que hacer. «El tema económico no es mi cometido, porque sólo me ocupo de las cuestiones deportivas. Y, deportivamente, vamos a hacer todo lo posible por ascender y meter en un problemón a la directiva. Nuestra obligación, la mía y la de los jugadores, es dejarnos el alma por subir y, después, que ellos se apañen (risas)», declara.
Pocos goles
Lo que está claro es que, tal y como se vio en la ida, habrá pocos goles este domingo: «Si miramos la trayectoria del Formentera esta temporada y el respeto que nos tenemos los dos equipos, eso está claro. Ninguno de los dos equipos va a hacer locuras y seguirá fiel a su estilo de juego. Ellos son un bloque muy sólido, sobre todo en defensa, y sin demasiados alardes, aunque tengo la duda de cómo se adaptarán a nuestro terreno de juego».
Eso hace que se tenga que trabajar a lo largo de la semana la posibilidad de llegar a la prórroga o, incluso, a los penaltis. «Vamos a intentar preparar todas las posibilidades del juego. De todas formas, los penaltis son bastante complicados de entrenar, porque puede que te salga fenomenal en un entrenamiento, pero en un partido de estas características, con la carga de cansancio y la presión que tendrán los jugadores, no es lo mismo», agrega.
Para el partido de este domingo en el Municipal de Sant Francesc Xavier (18.00 horas), que será dirigido por el catalán Edwar Miguel Gonzales, Elcacho tiene las dudas de Winde y Brazalez. De lo que sí está seguro es que toda Formentera se volcará en el encuentro: «Esperamos ver un lleno histórico, porque este partido se lo merece, no quizá por el juego, sino por su trascendencia. Tal vez pasen muchos años para ver un partido de este tipo y seguro que nadie se lo quiere perder».
Yo creo que a esta altura de la competición cualquier equipo clasificado tiene la máxima ambición por subir de categoria