@D.V: Nunca había sido tan necesario ponerse de acuerdo y aunar fuerzas. Hoy, a partir de las diez de la mañana, los presidentes de los consells de Eivissa y de Formentera, Vicent Serra y Jaume Ferrer, se reúnen acompañados de técnicos y miembros de sus equipos de gobierno para analizar la situación económica de las dos instituciones. Una situación que se puede resumir fácilmente: cuentas al límite, cajones vacíos y un Govern balear que incumple sistemáticamente sus compromisos y que no salda la deuda con las instituciones insulares.
A pesar de que existía el compromiso por parte del Govern balear de que a 31 de diciembre de 2012 la deuda hacia el Consell Insular de Eivissa fuera sólo de 28 millones de euros, lo cierto es que ayer se confirmó que es de 35 millones, lo que provocó que Serra asegurara que se “ha tocado techo” y que ha puesto las cuentas del Consell en el absoluto límite. Mientras, la deuda del Govern hacia el Consell de Formentera se situaba a finales de 2012 en torno a 15 millones de euros, un problema que se añade a la no firma de diversos convenios.
A pesar de que el Govern balear se ha comprometido a subsanar este año el 25% de la deuda histórica, el hecho de que haya anunciado que no cumplirá con los objetivos de déficit de 2012, unido a las ataduras que comporta la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada por el Gobierno central, provoca que las perspectivas no sean nada halagüeñas.
El acuerdo sobre el puerto, más cerca
A pesar de que no figura como punto prioritario de la reunión, es seguro de que en el encuentro de hoy se hablará de la reorganización del puerto de Eivissa. Ayer, el Consell de Formentera dio un paso adelante en la búsqueda de una solución de consenso y aceptó la posibilidad de que el tráfico entre las islas se realice desde la zona de los muelles comerciales.
Tras una reunión con representantes vecinales y empresarios, el presidente de Formentera, Jaume Ferrer, admitió que ante la negativa de Autoridad Portuaria de Balears a que el tráfico esté instalado en es Martell, la opción de los muelles comerciales es “la menos mala”, aunque exigió que se garanticen “unos servicios tanto por lo que respecta a la operatividad marítima como a la prestación de servicios en la nueva estación” y a que se haga partícipe a Formentera de las decisiones sobre los servicios que albergará la nueva ubicación.
Veo que hay gente que aún espera cosas de todos estos lumbreras…