La sociedad del presente y del futuro requiere que las administraciones se transformen y adapten a las necesidades reales de los ciudadanos; más en los tiempos que corren en el que la seguridad de los vecinos no ha de entenderse como un único aspecto dentro del complejo mundo de la delincuencia, sino como un servicio público el cual está interconectado con distintos entes sociales.
Estamos ante una nueva especie de revolución social, donde el avance de las nuevas tecnologías y el mundo de las redes sociales, ha hecho que la delincuencia adopte nuevas formas, y que los servicios policiales ofertados deban adquirir nuevas dimensiones, con el fin de poder dar respuesta ágil a las demandas ciudadanas. Las policías locales son las más cercanas y aquellas en las que el ciudadano acude en primer lugar, para presentar una queja o una denuncia, pero a la vez también son las peor valoradas por estos. Tenemos delante el reto de adaptar y transformar las policías locales en un verdadero servicio policial con garantías de prestar un servicio público, debemos incidir en los siguientes aspectos:
Mayor implicación con la ciudadanía. A la sociedad no le basta con visualizar a la Policía en la calle, se deben de adoptar medidas encaminadas a la interactuación con los vecinos, de una forma más dinámica y personalizada. Generar confianza en el vecindario hará que el compromiso de la ciudadanía con la Policía Local, en términos de seguridad y cooperación se vea reforzado.
Aumento de los recursos. En el caso de Baleares lo más urgente es dar respuesta a la temporalidad sufrida por los agentes municipales y la precariedad laboral que sufren, que afecta notablemente al servicio policial ofertado. No podemos obviar que estamos en la era de la información y las redes sociales, y por ello nuestros cuerpos de policía más cercanos al ciudadano deben de contar con medios a la altura. Proporcionar acceso a nuevas tecnologías para dotar de mayor efectividad y eficiencia el servicio policial prestado es fundamental para la consecución del objetivo.
Optimización de los recursos. Realizar una detección de los problemas de cada vecindario será fundamental para poder dar una respuesta eficaz y eficiente a las demandas planteadas. La gestión de estas demandas ha de hacerse, por ejemplo con el uso de modelos de predicción mediante los cuales podríamos vincular los recursos disponibles a las demandas planteadas. Evaluar el servicio prestado es necesario para poder afrontar posibles desviaciones detectadas en la gestión de las demandas ciudadanas. Observatorios municipales de conductas incívicas. Los datos analíticos son fundamentales para poder transformar la gestión de los servicios policiales. Analizar los hechos delictivos e infracciones a las normativas municipales permitirán adoptar medidas de prevención de esos comportamientos y hacer frente a problemas que surgen en los barrios y vecindarios.
El análisis de estos datos deberán ser efectuados por profesionales de distintos departamentos, para dar una respuesta eficaz a los resultados obtenidos. Cooperación con otros cuerpos y departamentos. La cooperación es básica para gestionar un servicio policial, y más con carácter municipal. El ciudadano no entiende de competencias y en general acude a un cuerpo policial para denunciar o plantear una queja. Por ello es prioritario que la cooperación entre distintos cuerpos se vea reforzada y la respuesta a las demandas planteadas se realice de forma ágil, sin dilaciones, con la mayor efectividad posible. Mayor implicación y conexión con otros departamentos municipales también es necesario para gestionar demandas que en muchas ocasiones van más allá de las labores policiales.
Como vemos para la modernización de la gestión de las policías locales hacen falta realizar muchos cambios, y no será nada fácil, pero es hora de plantearse cuando estaremos dispuestos a realizarlos. No estamos hablando de asumir o cambiar competencias, están claramente definidas en nuestra legislación y no es momento de querer coger mayores competencias, no sin antes gestionar de forma eficaz y eficiente las que ya nos otorga nuestra normativa. La ciudadanía está dispuesta y preparada para ello, solo falta que los encargados de la gestión municipal en nuestra isla estén preparados para ello.
Por Esteban Morelle Hungría