El CNI tilda de «fraude» la constitución de la entidad ‘Club Deportivo 12 Millas’ a tres días de finalizar la exposición pública

@B. Roselló/La directiva del Club Náutico de Ibiza ha comparecido hoy para defenderse de las críticas vertidas por los responsables de ‘Club Deportivo 12 Millas’, que optan a la remodelación de las instalaciones, e intentar desmontar los argumentos de esta recién creada entidad para llevar a cabo el proyecto. En rueda de prensa, el presidente del CNI, Joan Marí, acompañado por Pere Vilàs, Damián Verdera y el ingeniero Pere Puigdengoles, ha explicado que el ‘Club Deportivo 12 Millas’ se constituyó el 17 de junio, tres días antes de la finalización de la exposición pública, hecho que no concuerda con los fundamentos de la concurrencia de proyectos. Y es que, según ha explicado el director Mariano Arabí, en la concurrencia de proyectos [que es diferente al concurso público donde se da prioridad a la inversión a realizar] «lo que prima es la función social y deportiva de la entidad y no la oferta económica».

Aún así, y a pesar de que ya han trasladado a Autoritat Portuàra de Balears que la creación de esta entidad a propósito para concurrir en este procedimiento es un «fraude», no lo denunciarán: «Esto tiene que ser Autoritat Portuària, nosotros no tenemos ninguna intención», además de resaltar que APB «tiene muy fácil elección» entre la experiencia del CNI y el «proyecto especulador» de 12 Millas.  La tercera entidad en discordia que también concurre en este proceso, Portocolom Nautic S.L., no tiene ninguna posibilidad de seguir adelante al ser una Sociedad Limitada, ha explicado Marí.

Segú ha comentado Vilàs, y tras la modificación de la Ley de Puertos del Estado, ésta contempla la posibilidad de que un club náutico u otro deportivo, «sin ánimo de lucro, pueda solicitar una nueva concesión, de hasta 50 años, cumpliendo una serie de requisitos». Para Joan Marí, las intenciones de ‘Club Deportivo 12 Millas’ son «lucrativas» y de ahí, según han señalado, los once millones que aseguran que invertirán «y que en realidad pagaríamos todos los socios del CNI».

Coincidencias sorprendentes

Por otro lado, en la exposición y comparación de proyectos que ha realizado el ingeniero Pedro Puigdengoles se han resaltado las «sorprendentes similitudes» del proyecto presentado por el ‘Club Deportivo 12 Millas’ y el del CNI, que lleva trabajando en ello desde 2001 y que no se presentó hasta marzo de 2010. Durante esta dilatada trayectoria, el Club Náutico de Ibiza se ha visto obligado a presentar hasta tres modificaciones del proyecto y ha realizado dos expedientes de Evaluación de Impacto Ambiental, que finalmente fueron aprobados de forma favorable a principios de este mismo año.

A pesar de que los dos proyectos (el del CNI y el de 12 Millas) cuentan con una distribución muy similar, existen algunas diferencias. Entre ellas, según ha especificado Puigdengoles, se reduce en 30 los amarres en comparación con la situación actual, mientras que el proyecto del CNI tiene previsto incrementarlos en 13 y completarlo con una marina seca de 45 unidades más:

«Esto revela que el proyecto de ‘Club Deportivo 12 Millas’ no ha tendido en consideración las listas de espera, tendencias y aspiraciones de la masa social del club a la hora de definir su distribución de amarres», ha expuesto el ingeniero. Además, otro de los factores diferenciadores es la intención de 12 Millas de abrir al tráfico rodado el pantalán central , aunque no se especifica cómo se realizaría el cambio de sentido. Para Puigdengoles, esta propuesta conllevaría un nuevo retraso en la ejecución de la remodelación. Y es que, al tener que instalar un pantalán fijo, se modificaría de fomar sustancial la infraestructura marítima, lo que llevaría asociado un nuevo procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.

La propuesta del Club Náutico de Ibiza está valorada en 7,5 millones de euros y se basa en la remodelación, que no derribo, del edificio actual de la sede de la entidad y la creación de una nueva escuela de vela. En este último caso, sí se derribarían las instalaciones actuales para dotarlas de aulas de formación, entre otras. Asimismo, la propuesta prevé la creación de una marina seca con cabida para 45 embarcaciones y 311 amarres a flote. En cuanto a los pantalanes de acceso a los amarres, éstos serían flotantes, según ha explicado Puigdengoles, quien considera que con los 7,5 millones de euros se puede dotar a Ibiza de una infraestructura que, además de apostar por el deporte náutico, ofrezca unos criterios de calidad.

Confianza en la resolución

Pere Vilàs, por su parte, ha asegurado que anuncios como los realizados por 12 Millas al declarar su intención de cambiar el nombre la instalación «demuestran su atrevimiento y falta de respeto” y ha esgrimido que las cuentas del Club “están clarísimas, tal y como hemos demostrado a los 960 socios que tenemos”. Vilás ha apuntado, además, que están «seguros de que la resolución nos será favorable, por coherencia, historia y por el apoyo unánime de la sociedad y de la clase política de las Pitiüses y de todo Balears, y que, por lo tanto, las obras de mejora, necesarias y que no hemos acometido porque llevamos seis años esperando que se apruebe el proyecto de reforma que presentamos en 2009, se ejecutarán próximamente”.

En la retahíla de críticas, la directiva del CNI también ha resaltado que detrás de la entidad ‘Club Deportivo 12 Millas’ se encuentra Franciscos Jiménez Cisneros en calidad de avalista. Jiménez fue el asesor legal de Autoritat Portuaria en la anterior etapa y quien elaboró el informe en el que se indicaba que el CNI no tenía ninguna relevancia social ni estratégica y por tanto, no podía solicitar la prórroga. Hay que recordar que la concesión del Club Náutico de Ibiza finalizó en 2010 y desde entonces  cuentan con una AOT (Autorización de Ocupación Temporal) que se renueva cada año.

Por último, también han acusado al anterior director de APB, Ángel Matías, de que hubiera guardado en un cajón y durante once meses el estudio de impacto ambiental, lo que provocó que la tramitación se retrasase un año y se tuvieran que repetir algunos de los procedimientos, como la cata de fangos, por haber caducado.