@C. Vidal / El Eivissa jazz cerró este sábado su vigésimo séptima edición de la mejor forma posible, con dos auténticos supergrupos que, según José Miguel López, maestro de ceremonias del festival, representan «un All-Star del jazz hecho en nuestro país».
El primero de esos grandes grupos fue el quinteto de la Eivissa Jazz Experience ’15, con una formación de lujo: Abe Rábade al piano, Vicente Solsona a la guitarra, Martí Serra en el saxo, Francis Pasé en el contrabajo y Guillermo McGuill a la batería. Uno por uno, verdaderos pesos pesados del jazz nacional.
La formación, en la primera ocasión que tocaban todos juntos, se mostró muy sólida y compacta, interpretando varios temas escritos por los distintos componentes. Abrieron con ‘Música Intrínseca‘, original de Martí Serra, siguieron con algunas canciones del gallego Abe Rábade, como ‘Sinestesia‘ y ‘Eses‘ y cerraron la noche con ‘People from Khartoum‘, compuesta por Guillermo McGuill.
Pero, si la Eivissa Jazz Experience ’15 se llevó una gran ovación del numeroso público que asistió este sábado por la noche al Baluard de Santa Llúcia, lo del Jorge Pardo Sextet fue de auténtica locura. El grupo, que no en vano era el plato fuerte del festival, conectó a la perfección con los espectadores con su particular estilo a mitad de camino entre flamenco y jazz y se llevó los mayores aplausos.
Jorge Pardo, saxofonista tenor y soprano y flautista, y que ha colaborado con músicos de la talla de Paco de Lucía, Camarón de la Isla o Pat Metheny, entre otros muchos, presentaba en Eivissa su trabajo ‘Huellas‘ (2012), con temas como ‘El Faro‘, ‘Zapatitos‘ o ‘Sanlúcar-Mojácar‘, que daban ganas de arrancarse a dar palmas y gritar unos cuantos olés.
«Estamos muy a gustito», afirmaba, mientras tanto, el artista madrileño, y es que tanto él como su banda, formada por Enriquito (trompeta), Josemi Carmona (guitarra), Pablo Báez (contrabajo), Israel Varela (batería) y Jacques di Constanzo (marimba), se lo estaban pasando en grande sobre el escenario.
Pero todo lo bueno se acaba y el concierto llegaba a su fin, aunque no sin antes tocar una última bulería. «No hay festival de jazz que se precie que no acabe por bulerías», señalaba Pardo, que hizo subir al escenario a la cantante salmantina Bego Salazar para dar por terminada la noche. Era el broche de oro a una nueva edición del Eivissa Jazz, que se despide hasta el año que viene.
El marimbista no era jerry González sino Jacques di Costanzo.
Perdona, Jacques. Ya está cambiado. Gracias por el mensaje!
Gracias a ti 🙂