@Noudiari/ El objetivo de lograr un Mediterráneo libre de prospecciones petrolíferas está ya un poco más cerca después de que la compañía Repsol haya anunciado que renuncia a su proyecto de búsqueda de gas en la Costa del Sol «para centrarse en proyectos más rentables», como ya hizo hace unas semanas la petrolera Cairn Energy con su proyecto cercano a las costas de Ibiza.
Desde Repsol, aseguran que el paso atrás «se debe a una cuestión puramente empresarial», ya que ha incorporado un importante número de activos con la reciente compra de la petrolera canadiense Talisman Energy, por lo que después de analizar uno a uno todos los proyectos que tiene en cartera, ha optado por volcarse en aquellos que están más avanzados y auguran mayores posibilidades de éxito, aparcando aquellos que presentan más dudas, como es el caso de los de la costa malagueña.
Los estudios geológicos y geofísicos apuntan a la existencia de un yacimiento, situado a unos 1.600 metros de profundidad, que podría albergar unos cinco mil millones de metros cúbicos de gas metano, el equivalente al consumo de toda la provincia de Málaga durante una década. Responsables de Repsol afirman que la supuesta bolsa de hidrocarburos, aunque modesta, «siempre se ha considerado interesante económicamente y también para reducir la dependencia energética del país», pero remarcan que, a día de hoy, «ha dejado de ser viable». En este sentido, cabe reseñar que en la última década, la compañía ha invertido 19 millones de euros en estudios previos y que el coste de los sondeos se dispararía hasta los 80. En total, hasta llegar a una posible explotación de los pozos sería necesario destinar unos 400 millones de euros. Con la renuncia de Repsol a seguir adelante con el proyecto Siroco, el horizonte de las prospecciones en todo el litoral malagueño queda completamente despejado.
La lucha continúa
Con la retirada de Repsol, son ya dos amenazas menos para el mar Mediterráneo, pero desde la Alianza Mar Blava avisan de que «no hay que bajar la guardia», porque todavía quedan empresas interesadas en la búsqueda de hidrocarburos en el Mediterráneo. De hecho, la entidad ha pedido en varias ocasiones que se realice «un planteamiento global, a nivel estratégico, de todos los proyectos en el Mediterráneo Occidental», tal y como se solicitaba en el escrito de alegaciones que elaboró el Consell d’Eivissa para el estudio de impacto ambiental de Cairn Energy.
En este sentido, la máxima institución insular también ha pedido que se apruebe una moratoria de permisos, mientras se tramita esta planificación, para evitar que se puedan tramitar otras autorizaciones mientras esta evaluación estratégica no esté terminada. Y es que otros dos proyectos, más alejados de las costas de las Pitiusas, continúan su tramitación. Se trata de los proyectos de Seabird en el Golfo de León y Spectrum en el Mar Balear.
Respecto al proyecto de Seabird en el Golfo de León, el promotor ha solicitado que se tengan en cuenta todos los trámites realizados antes de su archivo y posterior reapartura, cuestión a la que Alianza Mar Blava y el Consell d’Eivissa se han opuesto, considerando que debe comenzar de nuevo. Respecto a este expediente, se ha reiterado la petición del Consell y de todos los ayuntamientos de Ibiza de estar legalmente personados. En relación al proyecto de Spectrum en el Mar Balear, se ha informado que el pasado mes de octubre comenzó el plazo de 18 meses que tiene su promotor para presentar su estudio de impacto ambiental y hacer información pública.