@Noudiari/Bajo el titular ‘Los chiringuitos de playa permitirán que les ofrezcas tu alma para pagar la factura’, la revista ‘El Jueves’ ya ironiza sobre el polémica desatada tras hacerse pública una factura de 337,35 euros cobrados en el restaurante Juan y Andrea, de Formentera, por una comida compuesta, principalmente, por dos platos de pescado y una botella de vino.
Según el artículo, «los veraneantes se quejan de que, cuando van a comer a un chiringuito y les traen la cuenta, sus teléfonos móviles estallan intentando calcular el total a pagar».
«Pero ahora cuando coman un “Lenguado à la Schrödinger” (congelado y achicharrado a la vez) en un chiringuito ya no deberán hipotecarse, porque podrán ofrecer su alma en lugar de pagar con dinero», señala el autor, Joan Lerroux.
El texto explica que «el procedimiento para realizar» consiste en que el camarero traerá la cuenta «con un pequeño pentagrama impreso en ella» y entonces el cliente «tan solo deberá cortarse un poco las venas y rociar el símbolo con unas gotas de sangre para sellar el trato».
La publicación destaca que la medida ha sido «muy aplaudida por el conjunto de veraneantes» ya que les facilita estar en la playa sin llevar monedero y sin exponerse a que les roben, y además les permite librarse de su alma y así se sacan «unos gramitos del cuerpo, que no viene nada mal con los excesos del verano”.
Los que no se lo han tomado nada bien, según ‘El Jueves’, son los integrantes del Sindicato de Satanistas, que se quejan de que «no están siendo contratados por los chiringuitos, que dejan la transacción de almas en manos de camareros sin experiencia».
«Se trata de un claro caso de intrusismo profesional. Que luego no se quejen si tratan con el demonio equivocado y empieza a chorrear sangre de las paredes”, bromea la publicación, cuyo texto completo se puede consultar en este enlace de ‘El Jueves’.
Además, que esta prohibido poner en las cartas platos sin precio con la inscripción precio s/m (según mercado). Lo que deben hacer es poner el pescado u otras especialidades cada día pero con el precio de venta publico de cada plato. Y el que quiera picar que pique
Una seria inspección les irá bien a estos abusones