@Noudiari/ Improvisó el concierto, improvisó los estribillos, improvisó las canciones enteras y, cómo no, los discursos. Macaco estuvo dos horas anoche en el escenario de Las Dalias haciendo música en directo sin guión ni repertorio. El público entregado lo erigió en líder y lo siguió en cada canción y con cada coro, aunque no supiera ni lo que estaba cantando, porque allí mismo, Macaco y sus amigos, se lo estaban inventando.
Con creatividad y coherencia, todo sea dicho, y con mucha reivindicación, Macaco ofreció un concierto basado en la improvisación, que sumergió a su manada ibicenca de Las Dalias en una ola de “presente continuo”, según su propia definición.
“Da igual si eres músico, carpintero, si eres arquitecto, si eres pescador, si eres marinero, yo creo que en estos tiempos está bien coger la ola y ver dónde te lleva el presente continuo”, dijo el artista catalán, ante los numerosos asistentes, que rozaban el millar, y que cayeron rendidos a sus pies, para levantar la mano cuando lo pedía, corear cuando lo decía, agacharse si así lo indicaba y después saltar todos juntos en el momento álgido de cada canción.
Claro que sus temas conocidos como ‘Tengo’ (y su pegadiza continuación: y lo que tengo lo mantengo, a base de amor y fe); la histórica ‘Love is the only way’, y la reivindicativa y luchadora ‘Seguiremos’, que una vez más se la dedicó “a toda la gente que lucha por una sanidad pública digna”, fueron entonadas por Macaco, más allá de que las letras de los estribillos se convirtieran en pura imaginación.
Y es que lo avisó al principio del concierto: “Vamos a improvisar un poquito, tocaremos algunos temas míos, de ellos, lo que vaya surgiendo”, anunció Macaco, antes de presentar a los músicos que le acompañaron, que también hicieron bailar al público con sus canciones.
Porque ahí, entre el reggae y la rumba, sonó hasta el ‘Muerto Vivo’ de Peret, y ‘La Frontera’, de Jorge Drexler, de quien Macaco y sus amigos se declararon fans incondicionales.
Así, Mr. Kilombo y Ramón Mirabet, dieron la sorpresa con algunas canciones propias y ajenas. Este fue el caso de Mr. Kilombo, que al final del concierto vendió sus canciones bien empaquetadas en CDs a 10 euros. Por su parte, Ramón Mirabet se dio a las versiones y llegó a combinar ‘Jammin’, de Bob Marley, con ‘Roxanne’, de The Police, para deleite de los presentes.
El grupo lo completaban el bajista Juanlu el Canijo, creador de Ojos de Brujo, y el batería, Mr.Claudio.
Entre canción y canción, Macaco se enorgulleció de ser charnego, sacó el cartel contra las prospecciones petrolíferas, y agradeció una y mil veces a la gente, y a su poder del “boca-oído», que hizo que sus canciones y sus mensajes se hicieran populares en los comienzos de su carrera, cuando los medios ni le prestaban atención.
Dos bises y más éxitos propios, como ‘Monkey Man’, que recuerda el origen de su apodo (porque su madre le llamaba Mico), completaron la noche, que terminó pasadas las doce y media.
‘Macaco & friends’ se llamaba el concierto, y fue una sorpresa del artista catalán con motivo de su gira “Historias Tattooadas”, en medio de los festejos por el 30 aniversario de Las Dalias.
Tras bajarse del escenario, Macaco y sus amigos se mezclaron entre la gente que se quedó tomando una cervecita, a precio razonable, para digerir las dos horas de música en directo.
Sólo se negó a que le hicieran fotos. Por lo demás, Macaco se quedó compartiendo con su público esta noche de verano ibicenco, haciendo honor a una de las letras que pronunció en plena improvisación: “Yo me voy para Las Dalias, porque dicen que aquí está lo mejor de Ibiza, ni el Amnesia, ni el Space, todo lo mejor está aquí”.