@Noudiari / Romanos y cartagineses han solventado este sábado sus diferencias sobre la arena de s’Arenal de Sant Antoni a tomatazo limpio, donde han rememorado un año más las Guerras Púnicas, o Romanas (depende del lado al que se estuviese), que hubo en su tiempo entre las que fueron las dos principales potencias del Mediterráneo durante los años 264 y 146 a.C.
Centenares de personas han participado de forma activa (además del numeroso público asistente) en la ‘batalla’ librada por ambos ejércitos, resuelta a base de tomatazos, sin tregua pero sin ‘heridos’ graves .
Esta vez no han sido necesarias las lanzas ni flechas o catapultas y espadas empleadas en su momento. Ha bastado con los más de 20.000 tomates que han corrido en una y otra dirección en forma de proyectil en un ‘cruento’ viaje de ida y vuelta que se ha cobrado numerosas ‘víctimas’, ya que prácticamente nadie se ha librado de un impacto.
Con tapas de enormes ollas de cocina como escudos o cascos de cáscara de sandía, los romanos se han protegido del ímpetu de los cartaginenses. Las fuerzas se han ido equilibrando con el paso de los minutos y aunque en esta ocasión no ha habido vencedores ni vencidos, las dos tropas han celebrado su particular triunfo sobre el adversario después de 40 minutos de refriega.
Al contrario de como ocurriera en la realidad, esta vez Roma no ha podido conquistar todas las posiciones cartaginesas ni arrasar con Cartago para borrar de la historia la facción enemiga.
Tras la batalla, los guerreros se han aseado con un refrescante chapuzón en la orilla de la playa que les ha permitido continuar de fiesta en uno de los últimos actos programados con motivo de las Festes de Sant Bartomeu de este año.