@Noudiari/ El servicio de salvamento en playas del Ayuntamiento de Sant Antoni ha llevado a cabo durante la última semana cinco simulacros de rescate y emergencias en diferentes playas del municipio, según han informado desde el Consistorio. Estas maniobras son imprescindibles para garantizar un buen tiempo de respuesta y una adecuada atención a los usuarios en caso de necesidad.
Los profesionales asignados a este municipio realizaron un simulacro en la playa de s’Arenal para socorrer a una persona que había sufrido un desvanecimiento en la orilla y había entrado en parada cardiorrespiratoria. En es Pouet los socorristas practicaron cómo actuar cuando un usuario se niega a obedecer sus recomendaciones. En la playa des Caló des Moro recrearon un caso de asistencia a una persona que había sufrido una lipotimia por exceso de calor.
Algo más complejo fue el simulacro realizado en Cala Salada y Cala Saladeta para rescatar a una persona después de que cayera en la zona rocosa quedando consciente pero sin capacidad para moverse. En Cala Gració se llevaron a cabo los ejercicios de simulación de asistencia a un bañista tras haber sufrido la picadura de una Physalia Physalis (carabela portuguesa) y se repasó el protocolo de alerta para prevención de casos posteriores.
Balance positivo de la temporada
Estas maniobras se han desarrollado coincidiendo con el final de la temporada de baño que se cierra el 15 de octubre y en colaboración con la dirección general de Emergencias del Govern balear.
Desde la concejalía de Medio Ambiente se realiza un balance positivo de la temporada que ahora concluye, en la que se ha conseguido renovar el sistema de gestión ambiental en playas ISO 14001 y se han instalado nuevos puntos de reciclaje. Además, se ha renovado e incrementado la cartelería en todas las playas y se han ejecutado actuaciones de prevención contra incendios en el acceso a Cala Salada. Allí se ha colocado este verano nueva señalización así como elementos obstaculizadores para impedir que los vehículos estacionen en zonas de riesgo. Durante los meses de mayor afluencia de turistas se destinó allí un controlador para disuadir e informar a quienes intentaban aparcar en los márgenes de la carretera de acceso a esta playa.
Asimismo, se ha incrementado el número de anclajes ecológicos utilizados para el balizamiento en las playas, medida mediante la cual se pretende proteger las praderas de posidonia.
Por otra parte, en esta concejalía se trabaja en el pliego de condiciones para el nuevo concurso de instalaciones temporales que saldrá a licitación antes de la próxima temporada turística y en el que se pretende incrementar la aplicación de criterios medioambientales.