@Noudiari / Un cortocircuito en el cuadro eléctrico fue la causa de un pequeño incendio en un almacén de la tienda de muebles y decoración Mega Descans, que se encuentra en la avenida de Sant Josep de sa Talaia número 67. En el momento del incidente había varios operarios trabajando en el local, por lo que el fuego pudo ser controlado con rapidez.
El Parque de Bomberos de Ibiza recibió el aviso sobre las 18.00 horas y, en principio, la situación podía ser grave, teniendo en cuenta que en el interior del almacén había colchones, sofás y demás material inflamable. «Si el incendio llega a producirse con el almacén cerrado y sin nadie dentro, podría haber tenido consecuencias mucho mayores», aseguraron.
No obstante, los operarios se dieron cuenta del incidente y actuaron antes de la llegada de los bomberos, que se limitaron a refrescar la zona afectada para evitar que las llamas se reprodujeran y airear el almacén.
¿Y cuántos van ya? Como vengo denunciando desde hace tiempo, esto es intolerable. ¿Hasta cuando Eivissa va a tener que soportar esta barbaridad? Los cortacircuitos en las empresas no paran ni pararán. Es sólo cuestión de tiempo que se lleven por delante la vida de las personas, y aquí nadie hace nada. La consellería de Industria no mueve un dedo. GESA tampoco, y los almacenes siguen ardiendo. Bueno, pero ¿y qué está pasando? Pues es sencillo: En España y como homologación a la Unión Europea, existe un Reglamento eléctrico (Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión), vigente desde el año 2002 – ojo que estamos finalizando el 2015 – En él, como puede verse en este enlace http://www.upv.es/electrica/rbt_modif/itc-bt-05.pdf se habla de las inspecciones que deben de realizarse obligatoriamente. Pero… ¿se realizan? NO, NO SE REALIZAN. ¿Y cómo puede ser eso? Veamos: Todos los usuarios sabemos que el gas es revisado cada cinco años por la empresa suministradora, pero pocos usuarios saben, que también se deben de realizar inspecciones de la luz, en los locales comerciales. El “problema” está en que como puede verse en ese enlace, el citado reglamento indica que las inspecciones deberán ser llevadas a cabo por un ÓRGANO DE CONTROL. ¿Y a quién nombró el Estado como órgano de control? pues a las empresas suministradoras de energía eléctrica. O sea, que en Eivissa le corresponde a GESA- ENDESA.
¡Atención, pregunta! ¿Algún comerciante, puede decir si le han venido nunca de GESA, diciendo que vienen a inspeccionar la instalación eléctrica de su establecimiento? RARA AVIS SERÁ ESA. ¿Algún establecimiento tiene un libro de inspecciones seriadas y conformadas? MÁS RARO TODAVÍA. Bueno, ¿y si eso es lo que dice la ley, entonces, porqué no se hace?
Pues muy sencillo, por dinero, ¡cómo no! Siempre por el maldito dinero. Vamos a ver: si GESA-ENDESA, tuviese que –en virtud de la ley- inspeccionar todas las empresas de la isla, tendría necesariamente que pagar a una empresa subcontratada –ya que en la actualidad tiene la mayoría de los servicios externalizados- y eso le supondría unos costes grandes, aunque todos hemos visto que dicha empresa –en el caso de los famosos ICPs, no inspeccionaba nada la instalación- y eso es debido de nuevo a los costes, ya que seguramente sólo le paga a un tanto fijo por inspección. Pero si tuviesen que inspeccionar las instalaciones de los comercios, deberían de hacerlo bien, es decir a fondo, como toca; pues si después de realizada, verificada y dada por valida una instalación, se produjera un cortocircuito, evidentemente tendrían que pagar daños y perjuicios. ¿Y qué ocurriría si la inspección resulta que pone de manifiesto defectos graves? Pues pasaría que el comerciante tendría que realizar las modificaciones pertinentes so pena de que se le corte el suministro, cosa que evidentemente ocurriría con no pocos comercios, lo cual se traduce en falta de ingresos para GESA, ya que no puede facturar a un comercio al que Industria le ha cortado la luz.
El organismo encargado de supervisar el buen funcionamiento de este mecanismo de control, no es otro que el Estado, concretamente Industria. PERO NO LO HACE. ¿Y por qué? pues, sencillamente, porque las compañías eléctricas “saben” cómo tener a los políticos de este país comiendo de la palma de su mano.
Podría haber un agente de control indirecto, que hubiese acabado hace tiempo con este bochornoso asunto, a saber: las empresas de seguros. Los seguros, son los que finalmente, tienen que pagar en caso de incendio o explosión de un comercio, motivado por un cortocircuito. Por tanto ellos deberían de exigir al comerciante que estuviese al día de las inspecciones eléctricas para renovar el seguro, o para pagar las reparaciones por un siniestro. ¿Pero lo hacen? NO, NO LO HACEN. ¿Y eso, cómo puede ser, si son parte interesada en que no ocurran siniestros? Pues muy sencillo, por que las compañías de seguros españolas, están vinculadas a la banca, y ATENCIÓN PREGUNTA ¿quién se sienta en los consejos de administración de la banca española? Pues mira tú por dónde, en estos consejos se sientan – son grandes accionistas- las empresas de producción y distribución de energía. Así es como se completa el círculo. Así es como en España se deja que ardan los comercios y las industrias. Las hay grandes como el caso de Campofrío http://www.elmundo.es/espana/2014/11/16/5468692de2704e5c338b456f.html o bien el de una modesta empresa. El caso es el mismo. En Eivissa este año, se han dado varios, y seguirán ocurriendo, pues las instalaciones eléctricas son muy viejas y nadie las mantiene, ni se preocupa por ello.
Ante esta vergonzosa situación ¿qué se puede hacer? Individualmente, contratar los servicios de una OCA que es como su nombre indica, un organismo de control autorizado por industria, que verifique el estado de su instalación eléctrica, invierta en su corrección, y luego denuncie a GESA-ENDESA por no haberla inspeccionado ellos, como es su obligación legal. También se puede denunciar al Estado por prevaricación, al incumplir Industria su obligación IN-VIGILANDO. Estas medidas, también pueden llevarlas a cabo, organizaciones de comerciantes como la PIMEFF, o incluso la Cámara de Comercio.
A mí particularmente, no me afecta. Pero me indigna ver cómo funciona el asunto. Esperemos que el gobierno que salga de las elecciones generales, meta en cintura de una puñetera vez a las compañías eléctricas. Sus tropelías son muchas y variadas, sus precios insoportables. Son unos auténticos piratas. Lo tienen todo y a todos comprados.