@José Manuel Piña Vives / Ya están aquí, no faltan nunca a su cita, como quien acude a una boda o a un funeral. Parecen cuatro, pero son muchos más. Muchos se aprestan a servir a la patria, y otros, unos pocos, a servirse de ella. Pero todos iremos, o deberíamos acudir, a las urnas con la ilusión de que los nuestros conformen una mayoría estable que permita al país -qué país- salir de esta situación de caos en que estamos intentando flotar. La campaña nos permite incluso ser un poco malos, vamos, sin abusar.
Seguro que a más de uno se le ha ocurrido el símil de Valentino Rossi tumbando de la moto a Marc Márquez por un quítame allá ese título. Nada grave. Nada grave si lo comparamos con las zancadillas, los pescozones y zurriagazos que se pegan los candidatos entre sí. Eso cuando no se sacan la motosierra del bolsillo y desmenuzan a cachitos a los demás contendientes para los menudillos de la sopa.
Es entonces, ahora, cuando los políticos muestran, no su auténtico perfil, sino su propia esencia de cuerpo entero. A calzón quitado. En ese momento se quitan cuatro de las cinco máscaras que llevan puestas cuando se presentan a los puestos del mercado o acarician las calvitas de los bebés, sólo un minuto, que éstos no votan y no hay que escatimar ni un minuto en el voto perdido.
El voto esclavo ya está ganado y el indeciso por ganar, pero el indignado es el que está en juego, el que decidirá finalmente quién cortará el bacalao el próximo cuatrienio. Que Mahoma nos coja confesados, que por allí vienen dando. Y fuerte, pero esa es otra historia que no admite cachondeos, que el día que se empiece a investigar quién les vende las armas a esos fanáticos y quién se está forrando el riñón a su costa, veremos a las cabras votar. Las ovejas ya vamos.
Y puestos a hablar de armas, que se las quiten a los cuatro contendientes, no sea que en una de esas nos encontremos decapitados a los otros tres y entonces ya no vale la pena ni votarles, que líderes sin cabeza ya conocemos unos cuantos. Les decapitas y sólo surge serrín y demás cascarillas inservibles para gobernar. No sé si Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias tienen materia gris o serrín bajo su repeinada cabeza y coleta, respectivamente. De momento, ahí les tenemos desgañitándose en contra de sus contrincantes, lanzándoles puñales y demás armas blancas. Definitivamente me inclino por el serrín.
amb molt de retard jose manuel, enhorabona a tu i a sa direccio des nou diari per tornar aqui on estas, salut i anims