@Noudiari / Un informe científico auspiciado por el Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos en el Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la Zona Atlántica Contigua (ACCOBAMS) presenta el primer mapa de la densidad de las fuentes de ruido submarino en toda la cuenca del Mediterráneo, con varias zonas de gran valor ambiental amenazadas por la contaminación acústica.
Los resultados del informe ‘Visión general de los puntos negros de ruido submarino en el área ACCOBAMS’ para el período 2005 a 2015 se han extraído de un conjunto de datos que cubre 1.446 puertos y marinas, 228 plataformas de perforación de petróleo, 830 actividades de exploración sísmica, 7 millones de posiciones de tráfico marítimo, la poca información que existe a disposición del público en relación con actividades militares, y de 52 proyectos de parques eólicos offshore.
Según el informe, es particularmente preocupante el aumento que se ha producido en el citado periodo de estudio de las actividades de adquisición sísmica (sondeos acústicos) sobre todo en relación con las exploraciones para la búsqueda de yacimientos de petróleo y gas en el subsuelo marino en las que se utilizan cañones de aire comprimido de alta presión (airguns). Éstos generan un tipo de explosión con los que emiten ondas acústicas de enorme intensidad y frecuencia que provocan un nivel de ruido en el medio marino de 10.000 veces a 100.000 veces mayor que el motor de un avión a reacción.
Los pulsos de aire comprimido producen daños fisiológicos irreversibles en cetáceos, tortugas, peces, invertebrados e, incluso, su muerte. En este grupo de actividades se encuentran los proyectos de exploración de hidrocarburos que diversas empresas del sector petrolero pretender llevar a cabo en la demarcación marina levantino-balear del Mediterráneo a los que la sociedad y la Alianza Mar Blava se oponen frontalmente. Así, mientras que en 2005, un 3,8% de la superficie del Mediterráneo se vio afectada por el uso de sondeos acústicos con airguns, en 2013 este porcentaje había aumentado hasta el 27%.
Los científicos fueron capaces de revelar varios focos de contaminación acústica submarina que se superponen con áreas que son de especial importancia para las especies de mamíferos marinos susceptibles al ruido, y áreas que ya están declaradas áreas protegidas o propuestas por el ACCOBAMS. De acuerdo con el informe, estos hábitats de cetáceos importantes incluyen el Santuario de Mamíferos Marinos de Pelagos en el Mar de Liguria, el estrecho de Sicilia, y partes de la Fosa Helénica, así como las aguas entre las Illes Balears y la Península, donde se acumulan las actividades productoras de ruido. El riesgo para los animales marinos en tales áreas es, por lo tanto, muy alto, ya que están expuestos a niveles de ruido acumulativos y sinérgicos, y por lo tanto, sometidos a un fuerte nivel de estrés fisiológico.
Más protección
Esta amenaza también ha sido reconocida por el Gobierno español, como miembro del ACCOBAMS. De hecho, el pasado 21 de diciembre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) confirmó a la Alianza Mar Blava que se había ya iniciado oficialmente el procedimiento de declaración del Corredor de Migración de Cetáceos que discurre entre las Illes Balears y la costa peninsular como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) ante el Convenio de Barcelona. Esta protección debe necesariamente conllevar la adopción de medidas estrictas de gestión de las actividades potencialmente productoras de ruido submarino.
Hay que recordar que un gran porcentaje del área de prospección de los proyectos de prospecciones de las compañías Spectrum Geo Limited en el mar Balear y Services Petroliers Schlumberger en el golfo de León se solapa espacialmente con la parte norte del citado Corredor de Migración de Cetáceos, lo que añade un elemento de extrema gravedad al negativo impacto ambiental de estos proyectos de sondeos acústicos.
«Las conclusiones de este informe y las amenazas que penden sobre este importante corredor ecológico deben servir de acicate al Gobierno español para su rápida declaración como espacio protegido», manifestó Carlos Bravo, portavoz de la Alianza Mar Blava.
Por su parte, para el doctor Manuel Castellote, científico de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos y coautor del trabajo, «con este informe apenas hemos captado la punta del iceberg del problema con respecto a la ocurrencia del ruido submarino en el mar Mediterráneo. Una preocupación importante es la cantidad de países mediterráneos en silencio, en silencio cuando se trata de compartir la información, no el silencio bajo el agua».