@Noudiari / Eivissa puede presumir de contar con uno de los diseñadores más prestigiosos del mundo. Éso es lo que piensa, sin duda, Maison&Objet, una de las más importantes ferias relacionadas con el mobiliario y el diseño de las que se celebran en Europa, que escogió al ibicenco Eugeni Quitllet a principios de 2016 como diseñador del año.
Quitllet (Eivissa, 17 de abril de 1972), que se califica así mismo como disoñador industrial, un juego de palabras entre diseñador y soñador, siempre ha llevado con orgullo sus raíces pitiusas. «Viví en Ibiza hasta los 20 años, cuando me mudé a Barcelona para terminar mis estudios en diseño. Siempre estuve inspirado por el estilo de vida de la isla en los años 70 y 80», comentó en una reciente entrevista.
En 2001, cuando todavía estaba empezando su carrera y aún era un desconocido, presentó su trabajo a Philippe Starck, que tiene una casa en Formentera. A Starck le gustó y «empecé a trabajar con él en ese mismo momento, una colaboración que duró 10 años». Entre sus diseños conjuntos destaca la popular Masters Chair de Kartell, además de otros objetos de diseño conocidos a nivel mundial.
En 2011 regresó a Barcelona para abrir estudio propio, después de una década trabajando en París con Philippe Starck. Ahora la capital francesa reconoce su trayectoria en solitario, en la que, por ejemplo, diseñó la nueva vajilla de la aerolínea Air France, con el premio Diseñador del año 2016, concedido por Maison&Objet, que asegura que «Quitllet es internacionalmente reconocido como uno de los diseñadores con más talento de su generación».
El diseñador ibicenco se ha especializado en el diseño industrial monobloque en plástico, con una sola superficie que sale del molde sin ensamblar. Sus sillas son especialmente conocidas, gracias a que domina el arte de reinventar las piezas de la vida cotidiana, aunque realiza todo tipo de proyectos de interiorismo basados en una estética audaz y personal.