Los vendedores del Passeig de ses Fonts acusan a Sant Antoni de ceder a las presiones de «cuatro comerciantes» vinculados al PI

@L.Aversa/La Asociación de Vendedores del Passeig de ses Fonts ha presentado hoy 29 escritos de alegaciones contra la Ordenanza reguladora de venta ambulante del municipio de Sant Antoni, que pretende trasladar su mercadillo hippie a la plaza de s’Era d’en Manyà, ubicada al final del West End.

En declaraciones a los medios, los artesanos han acusado a la concejala de Comercio Cristina Ribas de aprobar esta ordenanza por presiones de «cuatro comerciantes» vinculados al PI-Eivissa, partido del que forma parte. También critican que el alcalde José Tur, había anunciado consenso con el sector, pero no los ha recibido ni una vez.

Hoy se han presentado ante el Consistorio para dar registro de entrada a un escrito de alegaciones por cada artesano o vendedor, que suman un total de 28, y un escrito general.

También han llevado más de 1.400 firmas pidiendo que el mercado se quede donde está, un escrito que además, según han señalado, tiene el apoyo de comercios y bares de la zona, y la adhesión de los mercados de Platja d’en Bossa y el Puerto de Vila.

En las alegaciones aluden a cuestiones técnicas o supuestos errores de la nueva normativa, pero, sobre todo, deuncian que el traslado obedece a una cuestión política.

«Va de lobbies, no de intereses generales»

En las alegaciones, los vendedores explican una reunión que mantuvieron con la concejala de Cultura, Fiestas Tradicionales y Comercio, Cristina Ribas, y el concejal de Deportes y Relaciones Institucionales, Antonio Lorenzo Bustamante.

Según relatan, en dicha reunión, la concejala Ribas conminó a la asociación a presentar alegaciones «rápidamente para que estas puedan ser tramitadas de inmediato» porque si la ordenanza no puede aprobarse en el pleno de finales de abril «no habrá mercadillo ni en el Passeig de ses Fonts ni en ninguna parte». Los vendedores señalan que esta actitud les «sorprendió e intranquilizó».

«Y lo más grave y trascendente: la concejala reconoció su compromiso con los comerciantes (algunos comerciantes, diríamos) a acabar ‘ya’ con el mercado en el Passeig de ses Fonts. Todo ello se puede acreditar», indican las alegaciones.

«Los grupos de presión existen. Pero no pueden ser decisivos a la hora de abordar cuestiones como la Ordenanza que nos ocupa, en la que deben primar los intereses generales», indican las alegaciones.

A punto de empezar la temporada

«Pensamos que este año al menos nos tendríamos que quedar donde estamos porque es muy precipitado cambiarlo todo. Pedimos sentido común porque ya estamos casi en mayo y tenemos que empezar a trabajar. Nuestra economía está en peligro, es muy serio», ha asegurado el vendedor, Martín Veredas Campos.

Según ha explicado, los argumentos del Consistorio para cambiarles de ubicación «no tienen lógica» ya que insisten en la necesidad de tener un paseo diáfano, mientras «tienen una carpa en medio durante meses», o indican que los artesanos no quieren la fuente, cuando, según señala, lo que piden es que se baje la intensidad «para que el agua no salga afuera».

Al «meadero» del West

«Ponen la disculpa de dinamizar una zona del pueblo, una zona que ya hemos intentado dinamizar y que sabemos que no funciona. Ahí no hay nada que dinamizar ni de interés turístico, como para que tengamos que estar ahí castigados. Llevamos más de 30 años en el paseo», ha insistido por su parte, Margarita Santos Cubero, que señalado que la plaza s’Era d’en Manyà es el «meadero y vomitorio» del West End, y está lleno de «drogas y prostitución».

«Esto es una decisión  política porque el PI está con los comerciantes que no nos quieren. Es el único pueblo de esta isla que no quiere un mercado hippie», ha insistido Santos, que ha criticado que la concejala «no sólo no nos da soluciones sino que nos amenaza con que no habrá mercado este verano si no se aprueba la ordenanza».

Piden quedarse este verano en el paseo

«No es culpa nuestra si la ordenanza está mal redactada y no está consensuada. Y el señor alcalde, que en el primer pleno dijo que iba a tratar esto con mucho cariño, a día de hoy no nos ha recibido, a pesar de que presentamos una  petición por escrito», ha añadido.

Los vendedores insisten en que aunque no tienen comercios también tienen derechos porque pagan tanto sus permisos y licencias, como los impuestos de autonómos.

La presidenta de la asociación, Concepción Domingo Capilla, ha señalado que su petición más urgente es que este verano les dejen donde están, para «poder consensuar de cara al futuro alguna nueva ubicación», pero siempre en la zona de puerto.

«La Ordenanza destruye un equilibrio socio-comercial y de atracción turística, algo de consecuencias imprevisibles para la zona en especial y para el conjunto de Sant Antoni en particular», advierten las alegaciones.