Presentarse al Senado por Eivissa y Formentera es una experiencia curiosa. Te pasas la mitad de la campaña respondiendo si sirve de algo la existencia de esa institución. Particularmente, en nuestras islas las opciones de ser senador o senadora pasan por sacar un voto más que el resto de candidaturas, misión imposible si te presentas por un partido de izquierdas minoritario. No es fácil transmitir la utilidad de votarte. Para colmo, centramos la campaña en el hecho de que es una cámara territorial y en que resolveremos los problemas endémicos de Eivissa. Como los aspirantes al Senado no somos seres de otra dimensión ni percibimos la realidad de forma distinta al resto de la gente, al final acabamos hablando de los mismos problemas evidentes y constatables. A menudo parece un concurso de quién es más eivissenc: con este candidato lograremos, por fin, que la voz de nuestras islas llegue con más fuerza a la capital del reino y solucionaremos nuestros problemas.
Lamento decirlo, pero no hay evidencia empírica de que las Cortes vayan a hacer más caso a un senador insistente socialista, popular, podemita, comunista o ciudadano. Deberíamos limitarnos a prometer que trabajaremos con ahínco y que trataremos de ser lo suficientemente hábiles para tejer complicidades para lograr poner los problemas de las Pitiüses en la agenda política nacional. No es una cosa fácil de conseguir. Aunque a veces nos olvidemos, Teruel también tiene senadores que han prometido exactamente lo mismo a sus votantes y que considerarán, legítimamente, que sus problemas son más graves y acuciantes que los problemas de Eivissa y Formentera.
He de admitir que, siendo consciente de todo esto, a veces caí en las mismas manías y lugares comunes que el resto de candidatos, aunque juro que traté de evitarlo. En su momento, yo acepté presentarme como candidato al Senado por Unitat Popular-Esquerra Unida debido a que no se había logrado una candidatura conjunta con el resto de fuerzas transformadoras de la isla. Yo y mis compañeros y compañeras considerábamos que nuestro proyecto debía tener también voz en la campaña por el Senado, no solo para hablar de los problemas de nuestras islas, sino también sobre como las politicas regresivas des del inicio de la crisis habían afectado también a la gente de Eivissa y Formentera. No nos sentíamos representados por el proyecto (por mucho que coincidiésemos en muchos puntos) de otros candidatos que puede que fueran buenos senadores. Ante una situación de división nos sentimos legitimados para presentar batalla y no dejar huérfanos a nuestros votantes en la campaña por el Senado. Por desgracia, como la izquierda no supo (no supimos) ir juntos, pasó lo que ya advertíamos todos: que a día de hoy el senador es del Partido Popular.
Si el Senado fuese una cámara eminentemente territorial como proclama muy solemnemente la Constitución, no habría demasiado problema. En otro momento histórico no sería una gran catástrofe. Pero jamás ha logrado ser una cámara territorial funcional y el momento histórico en el que vivimos es el que es. Demasiados descubrieron el artículo 167 de la Constitución la fatídica noche del 20 de diciembre. ¡Resulta que el Senado sí servía de algo! Sin mayoría absoluta en la Cámara Alta no hay reforma de la Constitución que valga. Por medio de un sistema electoral mayoritario el PP obtuvo la mayoría absoluta (142 senadores) y con ello la llave de la reforma constitucional. En un país normal, con una derecha normal, quizás se podría llegar a acuerdos sobre una reforma (siempre contando con que hubiese un gobierno con el objetivo de llevarla a cabo). Pero hablamos del PP. Del PP de Rajoy concretamente, ese inefable presidente que jamás ha visto un problema que no valga la pena aplazar y esperar que se solucione por arte de magia (o por vía del Tribunal Constitucional). Así que con la actual aritmética ya pueden los partidos firmar los acuerdos que quieran acerca de reformas porque en este país no habrá cambios en la Constitución si Rajoy no lo desea.
Habrá repetición electoral, es un hecho. Las fuerzas transformadoras debemos volvernos a sentar y hablar del Senado. Hay que quitarle la mayoría absoluta al Partido Popular en la Cámara Alta. Solo hay que quitarles 10 senadores. Que no se me malinterprete, no hay que hacer ningún cordón sanitario, se ha de contar con el partido más votado de este Estado a la hora de reformar la Carta Magna, hay que contar con sus 7 millones de votantes, pero no podemos permitir que con un 28% de los votos puedan bloquear un posible acuerdo del otro 72%. Se trata de actuar con inteligencia y trabajar para paliar los efectos de nuestro perverso sistema electoral. En Eivissa y Formentera, Podemos logró un meritorio segundo puesto, pero no basta, hay que sacar un voto más que los populares. Hagamos una candidatura unitaria y enviemos a Madrid a un senador dispuesto a partirse los cuernos por estas islas cada día, pero sobretodo que cuando llegue el momento vote sí al cambio, sí a una Nueva Constitución. Agrupemos a las fuerzas transformadoras bajo un simple SÍ al cambio y un NO a mantener el statu quo. Tenemos el objetivo a tiro. No sabemos si habrá confluencia en todas partes, pero nos tenemso que esforzar por cumplir con nuestra parte.
Quitémosle el senador 142.
Uno menos.
Oscar Rodríguez Aller
Militante de Esquerra Unida
Óscar el Senador de Ibiza y Formentera pasa por juntar toda la izquierda (mal le pese a algunos) y llegar a acuerdos ya sea como se hizo años atrás en los que 2 años estaba uno y 2 años estaba otro. Se puede hacer una lista conjunta con todas las fuerzas de izquierdas y a buen seguro que será la mas votada con diferencia pero hace falta entenderse.
Puez no ze pué con loz del zi ze pué… rabiosillos andan.
Tan solo hay que sumar
Santiago Marí Torres (PP) 1 16993 30.66 %
Mario Miguel Devis Lujan (PODEMOS) 0 12849 23.19 %
Simon Planells Struse (PSOE) 0 11910 21.49 %
Irene Torres Cardona (C’s) 0 7394 13.34 %
Oscar Rodriguez Aller (UPB: IU-UPeC) 0 2088 3.77 %
Raquel Molina Costa (PACMA) 0 1200 2.17 %
Carlos Roig Rosello (EL PI) 0 1129 2.04 %
José Segador Parra (UPYD) 0 261 0.47 %
Iván del Alcázar Armada (PFyV) 0 126 0.23 %
Hay sumas que restan…
Además sumar sardinas con bogavantes, carnero, alcachofas y patatas podridas no da un buen plato asi lo adornes.
Salu2