José Manuel Piña Vives / Cien años después de su nacimiento, los aficionados ibicencos a la pintura pueden disfrutar de una muestra del de Narcís Puget Riquer (1916-1983), destacado miembro de una de las probablemente únicas dinastías de pintores y fotógrafos locales. El Museo Puget, centro dependiente del Museo de Arte Contemporáneo de Eivissa, abrió sus salones a su figura en una exposición retrospectiva en la que pueden contemplarse todas las facetas de su talento.
La muestra se divide en dos amplias partes. En la primera, que se exhibe en la planta baja, puede admirarse una amplia panorámica de la obra de Puget Riquer como fotógrafo paisajista. En la primera planta se muestran sus esbozos y acuarelas, de entre las que destacan su famoso Organista y multitud de paisajes ibicencos y formenterenses.
El concejal de Cultura, Pep Tur, abrió el turno de intervenciones con un agradecimiento a la familia del homenajeado por «permitirnos saber qué tenía Puget Riquer en la cabeza, qué motivos le inspiraban». Guillermina Puget habló, por su parte, en representación de la familia del artista. «Gracias a esta exposición, podemos celebrar el centenario del nacimiento de mi padre»·, subrayó. Entre el numeroso público asistente se encontraban también diversos artistas y seguidores de Puget, hijo del también fotógrafo y pintor Puget Viñas, y padre de la también pintora Guillermina.
Probablemente la parte más vistosa de la exposición corresponde a la faceta como acuarelista de Narcís Puget Riquer, en la que destaca su dominio de la luz y del color. Destaca también un boceto de su padre sentado frente a sus aparejos de pintor. La exposición dedica también especial interés en los bocetos frl artistysa: veleros, figuras femeninas, el Mercat Vell de Vila y otros motivos. Pero sin duda, la parte más elogiada por los visitantes fueron las acuarelas, por su luminosidad y amor por el detalle. Narcís Puget Riquer falleció en Barcelona, a la edad de 67 años.