@Soldat
Sant Josep ha aprobado su ordenanza reguladora de horarios, espectáculos y actividades recreativas, que establece que los beach clubs y cualquier establecimiento de ocio sólo podrán tener música exterior de cuatro de la tarde a doce de la noche. Así se ha presentado en el pleno municipal de la institución, en el que el concejal de Urbanismo y Actividades, Javier Marí, ha explicado, a preguntas de la oposición, que la comisaría de Policía Local ubicada en el complejo turístico presentado por el Grupo de Empresas Matutes, así como otros espacios públicos en la zona –como un carril bici que unirá Sant Jordi con sa Sal Rossa– son fruto de propuestas surgidas en reuniones entre el Ayuntamiento y los promotores.
Mismos horarios para toda la isla
Las limitaciones de horarios establecidos por esta ordenanza municipal serán las mismas que se apliquen al resto de la isla, ya que se han consensuado con el resto de ayuntamientos a raíz del compromiso del último Consell de Alcaldes. En ese momento, la principal preocupación, una vez impulsadas en los últimos años las medidas para tratar de evitar los after hours, era cómo regular la figura de los beach clubes. Aunque la definición concreta de su actividad dependerá del Consell Insular, de momento se permite a estos establecimientos tener abierto de diez de la mañana a tres de la madrugada, aunque «queda prohibida la amenización musical exterior» a partir de medianoche y hasta las cuatro de la tarde, «para respetar que los vecinos puedan dormir tanto por la noche como a la hora de la siesta», destaca Javier Marí.
«¿Qué son los ‘beach clubes’?»
Por su parte, la concejala del PSOE-Pacte Paquita Ribas ha criticado que el Ayuntamiento presente estos horarios de los beach clubes «cuando todavía no se sabe qué son exactamente, no ha definido su actividad el Consell Insular y en la ordenanza se les incluye con licencia de restaurantes pero en el mismo grupo que los locales de entretenimiento [cafés concierto y discotecas]».
«Los beach clubes son restaurantes que ofrecen otras actividades y su regulación lo que busca es establecer unas medidas de calidad a esta oferta», argumenta Marí.
Paquita Ribas también se ha mostrado muy crítica por el hecho de que a los establecimientos con licencia de café-concierto ahora se les reduzca una hora su cierre hasta las cinco de la madrugada, «cuando es lo que más abunda en nuestro municipio, ya están acondicionados y apenas crean molestias», mientras a las discotecas se les permite hasta las seis y media –con la excepción de la fiesta de apertura y la de cierre, cuande pueden funcionar de cuatro de la tarde a doce del mediodía–.
La polémica del carajillo
Marí ha defendido que la ordenanza de horarios fija los cierres de manera escalonada [el resto de bares o cafeterías podrá servir hasta las tres de la madrugada] para evitar aglomeraciones simultáneas en las calles y evitar que algunos locales funcionen irregularmente como after hours. Así, sólo podrán abrir a las seis de la mañana, y sin terraza ni música, los establecimientos dedicados a los desayunos y tienen prohibido servir alcohol hasta las ocho.
Aquí se ha sorprendido la concejala de la oposición y ha recordado que «la mayor parte los trabajadores no desayunan en granjas, sino que suelen tomar su café y muchas veces una copita; ¿Les vamos a prohibir el carajillo?». Marí ha recordado que la supuesta limitación de servir alcohol en esa franja horaria ya estaba en vigor en el mandato de los progresistas y recalcado que «no se va a perseguir al currante que toma un carajillo», sino que la normativa sirve para recurrir a ella en caso de que cafeterías ejerzan como after.
Esta regulación también fija las sanciones a los establecimientos que incumplan los horarios de cierre, que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros en bares y cafeterías y de mil a 10.000 euros en beach clubes, cafés-concierto y discotecas [a más reiteración y horario vulnerado, mayor cuantía de multa].
Proyecto turístico de Matutes
En una de las mociones presentadas por la oposición, el portavoz progresista, Josep Marí Ribas, mostraba sus recelos por el trato de favor que pudiera recibir el complejo turístico proyectado por el Grupo de Empresas Matutes en Platja d’en Bossa. En este sentido, su texto solicitaba que el proyecto cumpla con todos los trámites preceptivos en el Ayuntamiento y exigía que no se permitieran atajos burocráticos para acelerar el proceso, «tal y como piden los promotores».
Marí Ribas también ha acusado veladamente al Ayuntamiento de retrasar sus Normas Subsidiarias para adaptarlas a este plan empresarial, a la vez que preguntaba: «¿Cómo es posible que en la presentación de su complejo [del Grupo Matutes] ya tengan una ubicación para la comisaría de la Policía Local?», «¿son ellos los que tienen que marcar la planificación del Ayuntamiento?».
«Pues claro que hemos sido nosotros los que hemos pedido dónde va a ir la comisaría», ha recalcado desde el equipo de gobierno Javier Marí, quien ha explicado que el Ayuntamiento ha mantenido encuentros con los promotores para definir el destino del suelo que debe cederse a uso público, como el que se prevé para habilitar «un carril-bici entre Sant Jordi y Sal Rossa, para que en un futuro pueda llegar a ses Salines, o las zonas verdes».
«Por supuesto que votamos a favor de la moción», ha anunciado Marí, porque este proyecto tiene que seguir todos los trámites municipales como cualquier otro». «Pero lo que haga el Govern balear no depende de nosotros», ha aclarado el concejal, en relación a la agilización del proyecto mediante un decreto ley u otra figura de la administración autonómica, «pero, en lo que respecta al Ayuntamiento, seguirá la normativa».
Centro de Salud
Además del debate habitual, el equipo de gobierno del PP y Alternativa Insular y la oposición del PSOE-Pacte han llegado a un consenso. El acuerdo se debe a una moción para instar al Govern balear a acelerar la construcción del hospital Can Misses y así facilitar la puesta en marcha del Centro de Salud de Sant Josep, ahora sin uso por complejidades burocráticas. Este centro lleva un año y medio finalizado, pero, como figura dentro del mismo contrato de la concesionaria que construye el hospital, no puede darse el final de obra hasta que lo obtengan las instalaciones de Can Misses.
Publicidad
El pleno ordinario también ha aprobado de forma inicial la ordenanza reguladora de la publicidad exterior en la que se establecen las restricciones y características de la publicidad estática (la que se realiza mediante carteles, rotulos, banderolas…).
Igualmente esta ordenanza organiza por primera vez la publicidad dinámica. En este sentido, diferencia entre los agentes de publicidad dinámica (conocidos como ticketeros) que realizan su labor en las fachadas de los propios establecimientos que publicitan y los que lo hacen en zonas autorizadas del municipio. Esta actividad se podrá realizar sólo en dos zonas, que coinciden con aquellas que ya son habituales en Platja d’en Bossa.
Taxis con GPS
Otro punto aprobado en el pleno es la modificación de la «Ordenanza municipal para la prestación en todo el municipio de Sant Josep del servicio en transporte interurbano de pasajeros en automóviles ligeros de alquiler con conductor”. Bajo este epígrafe, se encuentra una modificación que permite que los taxis del municipio cuenten este año con GPS.
Es putus bichtclubs no harien de posar musica en tot es dia. A sa platja si va per estar tranquil, no perque et mortifiquin com a qualsevol discoteca poligonera.
totalment d’acord amb el comentari anterior. això és un error. s’acabat la pau i la tranquilitat!!!
Venga hombre, como que a vosotros no os gustaría tomaros un gintònic en una balinesa del Blue Marlin…
Gentilicio aparte, no se que coño es una balinesa, ni se, ni me importa, donde coño esta el pez espada ese del que hablas.
Que puedan tener música de 4 a 12 no me parece mal. Música ambiente, para que la escuche el que se encuentra en la terraza del establecimiento.
Lo que me toca los huevos es que puedan tener el ‘pumba pumba’ (a cualquier cosa le llaman música) a toda hostia y que no pueda escuchar el ruido del mar rompiendo contra la arena.
Lo que me pone de una mala leche oceánica es irme a la playa -y cada vez son más- y tener que soportar los decibelios del chiringuito de turno reconvertido discoteca camuflada bajo el nombre de beach club.
Tener que huir de la playa en mi día de descanso, agobiado por el ruido y el comportamiento de los que se reúnen en estos lugares.
La sensación de que ya nos han robado hasta la costa y las playas.
Pero nada, se ve que aquí se trata de convertir la isla en un sitio cada vez más desagradable, en la que el único que se divierte es el discotequero, sea la hora que sea, moleste a quien moleste y se encuentre donde se encuentre. Auguro la conversión de muchos restaurantes y chiringuitos antes tranquilos en nuevos y flamentes beach clubs. La suerta está echada. Bienvenidos a beachclublandia.
Tota sa raó del món, Pep! Jo no ho hagués dit millor
Deberían coger una playa o dos, de las que ya sabemos que no tienen remedio a estas alturas, y que fuesen las únicas en tener la música para los que quieran eso fuesen allí, y el resto para los que queremos disfrutar de nuestras maravillosas calas … y por cierto, que tambien por favor miren el tema de los barcos discoteca .. si quieren discoteca en barco que se vayan a alta mar y que dejen de tocar los h***os cerca de la costa.