2.- Formentera: Marcos (Jordi Verdera, min. 66), Damián, Adrián, Marcos, Carlos Larra, Óscar Mayans, Maike, Arimany, Winde, José Carlos, Mourad (Titi, min. 35) y Sergi Moreno (Rotoló, min. 72).
2.- Ciutadella: Jesús, David (Albert, min. 53), Pedr, José, Barto, Raúl, Berto, Luis, Marcos, José Luis (Omar, min. 82) y Quel (Zurbano, min. 51).
Goles: 1-0, min. 4. Winde bate a Jesús por debajo de las piernas a pase de Maikel). 1-1, min. 58. José remata a la red un centro al área. 1-2, min. 76. Raúl, de chut raso tras un córner mal defendid. 2-2, min. 80. Titi se lo guisa y se lo come de certero disparo raso.
Árbitro: Ángelo Rodado, asistido en las bandas por Córdoba y Pons. Buena actuación en líneas generales. Mostró amarilla a los locales Adrián, Damián y Maikel y a los visitantes Lluís y José Luis.
Incidencias: Unas 500 personas en el municipal de Sant Francesc. Mañana soleada. En el minuto 85 se paró el reloj del marcador del campo.
El Formentera perdonó la vida al Ciutadella en la primera parte y a punto estuvo de perder el partido en la segunda, 2 a 2. Comenzaron bien las cosas para los locales, que a los cuatro minutos se encontraron con un gol de bella factura de Winde, que, en combinación con Maikel, alojó el cuero en la red por debajo de las piernas del cancerbero visitante. Entre el tempranero tanto y el ajetreo del viaje, el Ciutadella corría por el campo como un pollo descabezado. Llegaba tarde y mal a la presión y el Formentera se erigía en dueño y señor de la medular.
Así las cosas, Winde dispuso a los trece minutos de una inmejorable oportunidad de acrecentar su cuenta particular y la renta de su equipo, pero en vez su disparo halló el travesaño. Con el rival desnortado, la tranquilidad que ofrece llevar el partido encarrilado y la calidad que atesoran sus jugadores, el Formentera crecía por momentos. En el minuto 18, una combinación entre Óscar Mayans y José Carlos por el carril derecho puso de nuevo al público de pie. Y en el 33, un buen centro de Winde desde la derecha no encontró por poco la cabeza de Arimany.
Daba la impresión de que era cuestión de tiempo, y poco, que llegara el segundo para el titular del campo. Sin embargo, las cosas empezaron a torcerse para el Formentera con la lesión de Mourad, que, con un fuerte golpe en la cadera izquierda tuvo que ser sustituido por Titi en el minuto 35. La tregua ofrecida con el cambio dio oxígeno al bloque menorquín, que nada más reprenderse el juego tuvo la primera aproximación peligrosa a las inmediaciones del área local en una contra de Barto que Raúl estuvo a punto de cabecear a portería.
Recupero la iniciativa el equipo de Elcacho, pero no la puntería. En el 37 y en el 43 Winde y Titi no acertaron de nuevo en sendas oportunidades claras para marcar y así se diluyó el primer acto y con él el dominio formenterense.
La segunda parte no parecía corresponderse al mismo partido que se había visto en los primeros 45 minutos. El Ciutadella se sacudió todos los complejos, se asentó en el terreno de juego y empezó a jugar de tú a tú al conjunto de la menor de las Pitiüses. De tal manera que le arrebató el balón, cosa que no había olido hasta entonces, y empezó a distribuirlo con criterio desde el centro a los flancos. Fruto del empuje menorquín llegaría en el minuto 58 el tanto del empate, obra de José tras un centro al área.
Al poco de recibir el gol llegó un nuevo contratiempo para Elcacho con la lesión del portero Marcos Contreras. En el banquillo, un portero juvenil que no había debutado en Tercera desconocía que había llegado su momento, su día y que iba a convertirse en el protagonista del choque. Entró Jordi Verdera bajo los palos con cara de responsabilidad, murmullo en las gradas y acongoje general en la hinchada formenterense. Y a los diez minutos de haber saltado al terreno de juego recibía su primer gol, obra de Raúl tras un córner muy mal defendido por el Formentera. Exento de responsabilidad, Jordi Verdera no se arrugó.
El Ciutadella se hizo con el mando del partido, pero el Formentera tiene pólvora en la delantera y Titi, en el 80, robó un balón en la presión, se metió en el área, dribló y marcó de fuerte disparo cruzado el empate a dos. Pudo marcar de nuevo el Formentera, pero sus aproximaciones eran ya esporádicas y más fruto de la casualidad o la voluntad que de la elaboración.
Desde entonces y hasta el final dio la impresión de que el campo se inclinaba hacia la portería del Formentera, que sufrió una monumental bajada de intensidad y fue superado una y otra vez por su rival. Dani Mori dio entrada a Zurbano y con el espigado delantero expeñista en sus filas se hizo amo del partido.
Fue entonces cuando emergió Jordi Verdera en rescate de los suyos. En el 88 y cuando la grada ya parecía lamentarse, el portero hizo una meritoria doble parada desviando primero una falta botada por Berto y el disparo de Zurbano al recoger el rechace de ésta después. Se metió al público en el bolsillo el meta local, y más tras sacar una providencial mano al estilo de un portero de balonmano en el minuto 91 en un tiro a bocajarro que iba a puerta y que hubiera supuesto la condena del Formentera.