@C. Vidal / El Banc d’Aliments d’Eivissa i Formentera (BAEF) ya se ha puesto en marcha. La pasada semana recibió un primer envío de comida, aunque casi testimonial, y en el mes de septiembre llegará un cargamento de 80 toneladas de comida a través del Fondo Español de Garantía Agraria, que se repartirá entre las entidades benéficas y sociales como Cáritas o Cruz Roja, entre otras, para que lo distribuyan entre las personas necesitadas.
El proceso, sin embargo, ha sido largo y complicado, y ha requerido de muchas horas de trabajo. «Es algo que me ocupa unas 50 horas semanales y, lógicamente, no estoy cobrando nada porque es una entidad sin ánimo de lucro», declara Jaume Ródenas, presidente del Banc d’Aliments, que asegura que no esperaba tantas dificultades para hacer funcionar el proyecto.
«Ha sido más complicado de lo normal. Todos los inicios son difíciles, pero esperaba encontrar más ayuda y colaboración, sobre todo de las instituciones públicas, que siempre nos han recibido con muy buenas palabras pero luego, a la hora de la verdad, tardan en traducirse en hechos. Hasta el momento, entre todas las instituciones de las dos islas, sólo nos han ayudado con 1.200 euros, teniendo en cuenta que nuestro presupuesto en un ejercicio normal será de entre 120.000 y 150.000 euros. También estamos mirando empresas privadas para que colaboren con nosotros y, en ese sentido, he de decir que Coca-Cola ya se ha puesto en contacto esta misma semana para ofrecernos productos», afirma.
Dos años de esfuerzos
Jaume Ródenas aterrizó en Ibiza hace cuatro años después de jubilarse como consultor empresarial en Barcelona. Tenía tiempo libre, así que buscó algo en lo que ocuparse y surgió la posibilidad hace casi dos años de crear un Banco de Alimentos. «En Balears ya había uno, pero sólo daba servicio a Mallorca, así que pensé que era necesario crear algo parecido aquí. Lo primero que hice fue hablar con Cáritas y Cruz Roja, para ver qué les parecía la idea y las dos asociaciones se mostraron muy favorables. Después me moví con todos los políticos y la aceptación también fue grande. El siguiente paso era hablar con la Federación Española de Bancos de Alimentos y, finalmente, nos constituimos como fundación el pasado 20 de octubre de 2015», señala.
Pero no era todo tan sencillo. «El principal problema ha sido encontrar una nave industrial para almacenar los alimentos. Después de cinco meses de buscar, sólo encontramos dos sitios adecuados, aunque uno de ellos se echó atrás en el último momento. Ahora estamos en una nave enfrente de la deixallería de Ca Na Negreta, pero tenemos el inconveniente de que se alquila a precio de mercado, que en Ibiza es un auténtico disparate y que su coste nos supone gran parte del presupuesto», añade.
La siguiente complicación es buscar voluntarios. El Banc d’Aliments d’Eivissa i Formentera sólo tiene a dos personas contratadas, a tiempo parcial, una administrativa y un encargado de almacén. El resto tienen que ser voluntarios. «Hay tres tipologías: voluntarios permanentes, que al menos deberían ayudar un número determinado de horas al menos tres días a la semana, sobre todo en el almacén; eventuales, para determinadas campañas o sustituciones; y a distancia, que nos ayudan en cosas como el diseño gráfico o la web, que es algo de lo que me tengo que encargar yo también. Esperamos que, ahora que estamos en funcionamiento, podamos contar con la ayuda de más gente», comenta su presidente.
Primeros envíos
Sin embargo, pese a todos los obstáculos, la entidad ya está en marcha. La semana pasada recibió un primer envío y esta semana otro, ambos cedidos por otros Bancos de Alimentos. «Son casi testimoniales, porque el primero ha sido tres palés, que hemos repartido entre seis o siete asociaciones. El segundo eran dos palés de chocolate. Lo importante es que ya entramos en la rueda y el próximo 15 de septiembre recibiremos la primera de las tres tandas que envía el Fondo Español de Garantía Agraria, que depende del Ministerio de Agricultura, que asciende a 80 toneladas de alimentos, lo que suponen 180 palés», declara Ródenas.
Esta comida, y toda la que se reciba a partir de ahora, se destinarán a las personas más necesitadas y que están obligadas a recurrir a las donaciones por falta de alimentos. «Los números no son exactos, pero las Federaciones europea y española de Bancos de Alimentos estiman que entre un 5% y un 7% de la población de un territorio reciben estas donaciones, por lo que podríamos estar hablando en las Pitiüses de entre 7.500 y 10.500 personas que podrían ser beneficiarios de nuestros servicios», reconoce.
La espera ha sido larga, pero la recompensa, ayudar a los demás, es alta. «Es la única satisfación y mi retribución moral. Mi objetivo personal es empezar a hacer rodar toda la maquinaria y, después, dar un paso atrás. No quiero estar al frente mucho tiempo y estaré muy contento cuando todo pueda funcionar sin mí», concluye.
Dar el teléfono de contacto para poder colaborar como voluntario.
Hola, Carlos. El teléfono de contacto es 871 235 136. Puedes ver toda la información en la web baef.es
1200 euros, 1200 patadas les daria yo a las instituciones.
Verguenza tendrian que tener, para consultas populares,estudios y memeces varias, si tienen dinero.
Hala ya con viento fresco sinverguenzas, no sigo por que
se me calienta la boca.
El barquero de Hades.
Food for Ibiza también ayuda a familias necesitadas. Os animo a que busqueis su pápina en facebook y colaboreis, si podéis. Gracias