@Noudiari / Los más madrugadores llegaron a Puig des Molins a partir de las 18.00 horas, cuando Fernando Vivancos, el cocinero, acababa de echar al fuego los primeros ingredientes de la paella gigante para entre 700 y 750 personas. Habría que esperar, al menos, dos horas, para degustar el arroz, aunque la mayoría de los vecinos ya venían de sus casas bien provistos de bebidas, fruta y sombrillas para hacer más llevadera la espera bajo el fuerte calor.
Tampoco, al principio, había mucha gente, aunque la cosa empezó a animarse sobre las 19.15 horas, cuando el pasacalles, que había salido del Paseo Vara de Rey, llegó hasta Puig des Molins acompañado por los caballeros cristianos y moros y por casi un centenar de personas. Poco después, ya no cabría ni un alfiler junto al mar, mientras el olor del marisco y del pollo llegaba a todos los rincones y lograba que a más de uno se le hiciese la boca agua.
Media hora antes de las ocho, los impacientes ya hacían una larga cola para ser los primeros en recibir el plato de paella, que este año ha empleado 75 kilos de arroz y 90 kilos de carne y verduras, además de una gran cantidad de marisco. «Es una paella mixta de carne y marisco, como la del año pasado. Se puede preparar de muchas maneras, pero aquí parece que se quedan contentos y seguimos así. Esta vez será para 700-750 personas y, al igual que la vez anterior, estamos seguros que se va a a acabar», señala Vivancos, de la empresa empresa murciana El Tirol.
«Además de la paella, se reparte bebida, pan y un trozo de melón. También hay juegos para los niños, con una tirada popular de iniciación de tiro con arco, además de concursos de fanalets y trencada d’olles», añade Isabel Ramón, coordinadora de Fiestas del Ayuntamiento de Vila.
También, como en años anteriores, hay una mesa de Esquerra Republicana, con esteladas y camisetas reivindicativas a favor de los Països Catalans. «Nosotros participamos para reivindicar la catalanidad de la isla y en un día como hoy, en el que se conmemora la conquista de Ibiza en 1235 por las topas de Guillem de Montgrí, tenemos que estar aquí. Hay mucha gente, sobre todo turistas y curiosos, que nos preguntan qué se celebra hoy y nosotros se lo explicamos», asegura Josep Antoni Prats, portavoz de Esquerra Republicana en Eivissa.
La berenada popular tiene su origen, precisamente, en la conmemoración de dicha conquista, aunque se desconoce la fecha exacta en la que empezó esta tradición, que ya en los años 30 se consideraba antigua. «Era una fiesta excepcional, porque los campesinos dejaban de trabajar a mediodía y se venían con el carro o caminando desde Sant Jordi, Jesús y otros pueblos. La paella debió introducirse por los años 80 y, en cierto modo, cambió el espíritu de la fiesta», añade Prats. Mientras tanto, la mayoría de la gente, ya con el plato de paella en sus manos, se olvida de política o tradiciones y sólo piensa en pasar una tarde agradable junto a amigos y familiares.