@Noudiari / El espectáculo pirotécnico de las Festes de la Terra reunió anoche a miles de personas en la ciudad de Eivissa. Puerto, Paseo Marítimo y Dalt Vila fueron, como suele ser habitual, los lugares preferidos para presenciar unos fuegos artificiales que se prolongaron por espacio de quince minutos y que este año han costado poco más de 35.000 euros.
La marea humana congregada en Vila para ver en el cielo de la ciudad los azules, rojos y verdes más brillantes parecía satisfecha con el resultado del castillo pirotécnico -al que seguirá en breve el de ses Figueretes-, como así lo demostró con una sonora ovación en forma de aplauso tras el último destello y el estruendo final de la pólvora sobre el muro de la bahía.
Ni el calor ni la difícil misión de hallar un hueco donde aparcar frenó a las miles de personas llegadas de todos los municipios y concentradas para despedir una jornada de Sant Ciriac que estuvo repleta de actos y que, desde las once de la mañana y hasta poco después de medianoche, no tuvo tregua.
Desde la misa solemne de primera hora a la berenada popular de Puig des Molins, a media tarde, entre otras muchas actividades, la ciudad estuvo de celebración en celebración y la jornada tuvo como colofón una sinfonía de colores sobre el cielo del puerto que casi nadie quiso perderse.