@Noudiari / La lluvia, después de un verano seco y con temperaturas muy altas, hizo acto de presencia este miércoles en las Pitiüses con el primer chaparrón de la temporada, que sorprendió a muchos turistas con las toallas de playa en la mano y que se sintió con fuerza en zonas como Sant Antoni.
Una vez más, los atascos, sobre todo en los accesos a Vila, se hicieron notar, con largas colas de vehículos esperando poder entrar o salir de la ciudad. También, en Santa Eulària, las playas de Aigües Blanques y es Figueral izaron la bandera roja, pero más por previsión de tormenta que por el estado del mar y a primera hora de la tarde ya estaban arriadas.
La tormenta dejó en Sant Joan de Labtrija 11,8 litros por metro cuadrado, por los 9.2 litros que se registraron en el aeropuerto de Ibiza y los 2.7 de Formentera.
Mientras tanto, en Sant Antoni, donde la lluvia cayó con más fuerza, hubo una riada de agua en el paseo de Caló des Moro, aunque, en este caso, algunos turistas pusieron al mal tiempo, buena cara. Como se puede apreciar en el vídeo, dos turistas decidieron sacar los flotadores y empezar a surfear por la pequeña cascada que se produjo cerca del bar-restaurante Kanya. Está demostrado que quien no se divierte, haga sol o esté nublado, es porque no quiere.