@Noudiari/ Este domingo se ha presentado en el agroturismo XuXú el licor ‘FincaXú’, una reinvención de las hierbas ibicencas creada a partir de vino de Jerez con toques de camomila, verbena, menta, limón, naranja y un toque de miel. Junto a algunos de los ingredientes de las clásicas hierbas de la isla, esta nueva interpretación añade jenjibre, vainilla y ginseng, entre otros ingredientes que hacen que tenga un sabor propio, peculiar y diferente.
‘FincaXú’ es el resultado de años de trabajo y ensayo, una bebida destilada que toma cuerpo y sabor tras pasar un mínimo de treinta días en una barrica para después ser filtrada y embotellada. El resultado es una deliciosa versión de las hierbas ibicencas con 40º de graduación, ideal para tomar en chupito, con hielo o en toda clase de cócteles, como pudieron comprobar las decenas de asistentes al evento, que se celebró en el ‘Pool Garden’ de XuXú.
De un color dorado suave, el licor, elaborado con ingredientes propios cultivados en los terrenos del agroturismo, resulta único y versátil, al igual que el diseño de su botella y la etiqueta, inspirada en las raíces fenicias de la isla de Ibiza y con el podenco ibicenco como emblema central. Una botella que constituye en sí misma un regalo perfecto o un recuerdo de la Pitiusa mayor y que se puede adquirir en IbiFood, la empresa que comercializará en exclusiva el producto.
Durante la presentación del licor no faltaron las degustaciones de toda clase de comida, desde ensaladas, jamón o queso, hasta una deliciosa paella que sirvió como maridaje al ‘FincaXú’, todo ello acompañado de la música de un DJ, una actuación vocal en directo y una exhibición de baile pagés.
El origen y la historia de ‘FincaXú’ está estrechamente ligado a la historia del agroturismo XuXú, una finca pagesa con más de 300 años de historia ubicada en las inmediaciones de la carretara de Cala Tarida, en un entorno rural y tranquilo, pero exquisitamente ambientado y decorado para ser el lugar perfecto para una escapada, una tarde de tranquilidad o una fiesta en su piscina.
Durante casi cuatro décadas, la finca ha sido propiedad de la familia de Alexandre Narakas, un alemán vinculado a la isla desde su infancia que ha sabido reconvertir una granja rústica en uno de los rincones más icónicos y exclusivos de la isla, con su propia destilería y bodega, en el que pueden presumir de ofrecer productos 100 por 100 naturales, elaborados con productos de su propia huerta, donde preparan incluso sus particulares mermeladas caseras, todo con un toque de mimo familiar sin perder el espíritu de la isla.