@Noudiari/ Amics de la Terra ha asegurado hoy, a través de un comunicado, que comparte la preocupación de los vecinos de las vendas de Es Fornàs y Benimussa sobre el proyecto de Red Eléctrica Españala, que tiene previsto instalar una nueva línea aérea de 123 KV en este paraje, «causando grandes impactos ambientales y paisajísticos».
En este sentido, miembros de Amics de la Terra y las asociaciones de vecinos de Es Fornàs y Benimussa se reunieron ayer junto a la subestación de Benimussa para «plantear estrategias y futuras acciones para evitar la implantación de nuevas infraestructuras eléctricas en las zonas rurales de nuestra isla». Para los ecologistas, estas agresiones al territorio «son una consecuencia de un modelo energético centralista caducado y desfasado, donde la generación, transporte y distribución de energía causan graves impactos irreversibles y que está provocando efectos nefastos para el planeta, amenazando además, nuestra propia supervivencia».
«Es Fornàs y Benimussa son unos parajes naturales, un pulmón verde, que como todos los espacios naturales de la isla de Eivissa, supone un reclamo turístico, indispensable para nuestro futuro económico. No podemos convertir nuestros espacios naturales en zonas industriales, todo lo contrario, los tenemos que proteger de todas las agresiones de nuevas infraestructuras y actividades que dañan sus valores», han indicado.
Desde Amics de la Terra defienden un modelo energético descentralizado, «donde los ciudadanos son los productores de la energía y que la energía no tiene que viajar grandes distancias y se consume cerca de donde se produce». Según indican este modelo ya está en marcha en varios países del mundo que han dejado atrás el modelo antiguo de producción de energía centralizada, optando por un sistema descentralizado, más democrático de menor impacto.
«Apostar por la generación de energía eléctrica a partir de energía fotovoltaica allí donde se consume eliminaría la necesidad de nuevas estructuras de distribución. A la vez, hace falta poner freno al crecimiento urbanístico desmesurado, que ha provocado el crecimiento de la demanda eléctrica. No podemos destruir el paisaje rural de Eivissa para abastecer la demanda de unos picos de consumo durante unas pocas semanas de verano», apuntan.
«Eivissa dice basta, el sentimiento general de poner orden y detener el desbarajuste general debe hacer abrir los ojos a los gobernantes y no permitir una nueva infraestructura depredadora de territorio», concluyen.
Porfavor hay que movilizarse para que no se destruya mas en nuestra isla!!! Politicos tomen nota no mas destruccion buscar alternativas los votamos para esto!