Una hora después, justo antes del merecido avituallamiento en Sant Joan, Carrió también se impuso en la subida a sa Cala, la mayor dificultad de la jornada. Sus dotes de escalador le sitúan de esta forma en primera plaza, exactamente igual que en la primera etapa de la Vuelta a Ibiza del año pasado. Las diferencias del mallorquín, sin embargo, se pondrán en juego en la clásica que se disputará mañana entre Sant Rafel y la zona de Corona y Aubarca. En total, Carrió invirtió 12 minutos y 37 segundos en superar las dos zonas cronometradas.
El sanantoniense José Márquez (GM Europa Ovini) marcha a 19 segundos y estará, sin duda, entre los favoritos a la victoria final. David López se está tomando como un divertimento una ronda que conoce al dedillo. Es la cuarta vez que el vizcaíno la corre y, además de ser uno de los animadores del pelotón, no desaprovecha la ocasión para picarse con los mejores en los tramos cronometrados. Tercero en la primera etapa, veremos si mañana el coequipier del Sky se mete en la lucha por el maillot amarillo.
Solo dos segundas separan de momento a López de la segunda posición de Márquez. Algo más alejados, los ibicencos David Checa (El Valle) y David Ramón (CC Sant Antoni), junto a otro veterano como el medallista olímpico Toni Tauler, optan al triunfo global en el decisivo segundo día de Vuelta a Ibiza: 64 kilómetros que se correrán como si de una etapa en línea se tratara.
Por su parte, entre las féminas, Mayalen Noriega, ex nadadora y triatleta, actualmente, una de las mejores ciclistas españolas en BTT y carretera, no tuvo rival y todo apunta a que repetirá su triunfo absoluto de 2015.
Pero no todos es competición en la Vuelta a Ibiza Campagnolo aunque el tablón donde se cuelgan los resultados de la jornada se llene de ojos curiosos en cuanto los ciclistas empiezan a cruzar la pancarta que indica la meta en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni.
Decenas de cicloturistas se toman con mucha más calma un recorrido en el que hay oportunidad para grabar vídeos con el móvil, hacerse fotos en las curvas con mejores vistas de la carretera que desciende a Benirràs o reencontrarse con viejos compañeros de bicicleta en la zona de avituallamiento. Incluso los hay que, fruto de los calambres, el cansancio o las duras rampas que toca ascender, deciden poner a tierra y avanzar unos kilómetros con la furgoneta de la organización.
En el cicloturismo, lo importante es participar y disfrutar de un octubre ibicenco con temperaturas veraniegas, perfecto para combinar deporte y vacaciones en la tranquilidad ibicenca del otoño.