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Music News
Por R. B.:
La ciudad de Las Vegas se ha perfilado en los últimos años como el principal competidor de Eivissa en el mercado turístico de ocio. La ciudad de Nevada, que no tiene playa pero sí mucho sol, comenzó hace dos años un proceso de ‘ibicenquización’ del que ya dio cuenta la cadena musical MTV y desde entonces son muchos los DJ que se han trasladado a esa ciudad, atraídos por los contratos millonarios que les ofrecen los empresarios hoteleros.
«Esto es la nueva Eivissa. ¡Mira a toda esa gente sexy!». Con esta frase comienza este vídeo de MTV, antes de dar paso a un plano que, si no fuera por su título, Las Vegas is the new Ibiza (Las Vegas es el nuevo Eivissa), podría haberse rodado en cualquier beach club ibicenco. Música electrónica, gente saltando en bikini al ritmo de house, grandes pistas de baile… En Las Vegas no se han sacado de la manga ningún as, simplemente han copiado la fórmula que tanto éxito ha dado a Eivissa durante las tres últimas décadas.
Después de que el líder de LMFAO afirme con rotundidad «¡Esto es el nuevo Eivissa!», un interlocutor quizá no tan entusiasta pero sí más conocedor del sector, Shawn Sabo, cofundador de Beatport y miembro de Manufactured Superstars, hace una revelación sorprendente: «Imagínate que hubieran cien clubs en Las Vegas. Hace dos años, noventa de ellos ponían hip-hop y diez pinchaban house. Ahora esta cifra se ha dado la vuelta. Diez ponen hip-hop y noventa se han pasado al house… Y no creo que esta progresión vaya a detenerse».
Hoteles ‘Ibiza Style’ y fuga de DJ
El último DJ en cambiar su lugar de trabajo en Eivissa por una cabina en Las Vegas ha sido Tiësto, quien anunció hace apenas una semana que abandonaba la isla y fichaba por el hotel Hakkasan de la ciudad de Nevada. Tras una década siendo uno de los grandes nombres de la noche ibicenca, el DJ holandés se traslada en principio por 20 meses a la Ciudad del Pecado, donde pinchará en un recinto cuyo aforo asciende a las 7.000 personas.
Pero no ha sido Tiësto el primero, ni presumiblemente el último, en mudarse a Las Vegas. El inglés Paul Oakenfold anunció años atrás su voluntad de retirarse del circuito de la noche para centrarse sólo en su faceta como productor y compositor de bandas sonoras. Sin embargo, un jugoso contrato del Palms Casino Resort le hizo cambiar de planes y alargar por un tiempo más su carrera como DJ. Y son muchos los compañeros de profesión que han dado ritmo a las Nocheviejas y fiestas especiales celebradas en esta ciudad. Desde Erick Morillo hasta David Guetta, pasando por Armin van Buuren y Roger Sanchez, todos ellos nombres habituales del verano ibicenco y cada vez más presentes en la fiesta de Las Vegas.
La fiebre del oro de la música electrónica está llegando a Las Vegas con veinte años de retraso. Los contratos exclusivos que se firmaban en Eivissa en los años 90 con los grandes DJ se están cerrando ahora en la capital norteamericana del juego, cuyos hoteles están adoptando cada vez más la estética ibicenca para atraer a sus clientes. El mítico Mandalay Bay, que incluso cuenta dentro de sus instalaciones con una playa artificial para uso y disfrute de sus huéspedes, ha anunciado que el 25 de mayo inaugurará una zona de piscinas de casi cinco kilómetros cuadrados que estará ambientada día y noche por sus DJ’s residentes. Todo ello ‘Ibiza-inspired’, es decir, al más puro estilo ibicenco.
Las Vegas también ha situado en su diana al público gay, como evidencia la anunciada apertura el 15 de junio de Krave Massive según Las Vegas Weekly. Esta discoteca, dirigida al colectivo LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual), tendrá una extensión de casi ocho kilómetros cuadrados y pretende rivalizar en tamaño con Privilege para erigirse como la discoteca más grande del mundo.
Las Vegas, un Eivissa con esteroides
Muchas son las ventajas que Las Vegas tiene sobre Eivissa en términos de estrategia turística. La desestacionalización, ese fantasma que persigue a Eivissa desde que se puso en cabeza de los destinos turísticos mundiales, no preocupa en absoluto a esta ciudad, que creó hace 58 años, en 1955, el Clark County Fair and Recreation Board, un organismo que después se convirtió en Las Vegas Convention and Visitors Authority y que lleva casi 60 años potenciando el turismo fuera de las fiestas nacionales y los fines de semana.
Desde entonces, Las Vegas es uno de los destinos más visitados por empresas que acuden para celebrar sus convenciones, así como ferias y festivales de todo tipo. Con esta iniciativa, la Ciudad del Pecado se ha sacudido de las espaldas la losa de la estacionalidad turística y sólo en 2012 hospedó en sus hoteles cerca de cinco millones de visitantes sólo en viaje de negocios.
Otra de las ventajas estructurales de Las Vegas sobre Eivissa es la enorme superioridad de su planta hotelera. El primer casino de esta mítica ciudad se autorizó en 1931 y desde entonces han creado 150.000 camas hoteleras que en 2012 fueron ocupadas por casi 40.000.000 de viajeros. Eivissa, sin embargo, ofrece 80.000 plazas hoteleras según el informe publicado el año pasado por la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, en las que pernoctaron casi 2.300.000 turistas.
Si bien es cierto que Las Vegas no cuenta con la riqueza paisajística de Eivissa, también lo es que el hecho de que reciban turistas los doce meses del año y de que tengan una planta hotelera casi el doble de grande hace que la isla tenga que enfrentarse a un gigante con esteroides, a una ciudad que ha sabido levantarse en medio del desierto más árido para erigirse como un oasis en el que todo está permitido. El juego, patrimonio casi exclusivo de la Ciudad del Pecado, ha dado paso a la fiesta noctura y, si Eivissa no consigue reivindicarse como capital mundial de la música electrónica muy pronto nos arrebatarán la corona. «Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas», afirma el dicho popular. Lo que no sabíamos hasta ahora es que lo que pasa en Las Vegas… Se parece mucho a lo que pasa en Eivissa.