@Noudiari/Padres, madres, alumnos, profesores y sindicatos protestaron este miércoles por la tarde en la plaza de Sa Graduada, contra la Lomce, una ley educativa que consideran «nefasta» y contra su punto culminante, que son las reválidas, una pruebas que tachan de «anacrónicas».
Unas 200 personas asistieron a la convocatoria de concentración de la Asociación de Estudiantes de Eivissa, a la que se unieron la Federación de Padres y Madres (FAPA Eivissa), los sindicatos Fete UGT, STEI intersindical y Comisiones Obreras (CCOO), y que ha contado con el apoyo del Professorat Preocupat (CPP) y Alternativa Docente.
Los asistentes a la protesta se hicieron notar con ruido de pitos, con cánticos y cacerolas, y desplegaron pancartas que rezaban lemas como «la educación no se vende, se defiende» y «el nostre futur no és una broma». Todo para una protesta convocada para decir «no a la Lomce, no a las reválidas; por un financiamiento justo, contra los recortes y por un mejor presupuesto educativo».
Una situación de angustia
«La gente está aquí porque hay una ley muy nefasta y porque hay una situación de angustia en el alumnado, en las familias y en el profesorado, porque saben que pedagógicamente no es operativa esta ley», ha asegurado Pere Lomas, portavoz del sindicato STEI en las Pitiusas.
Para Lomas, la ley pone en peligro el futuro de los alumnos «porque todavía no saben cómo serán estas reválidas y se enfrentan a una situación angustiosa, que hace años existía y ha quedado extinta por caduca». Según ha destacado, esta situación provocará que «una vez que aprueben todas las asignaturas de cuarto de ESO, por ejemplo, se encontrarán una reválida, que si no la superan significará que no han hecho nada, que no han aprobado cuarto de ESO, lo cual es dramático», ha denunciado.
Lomas ha recordado que el PP ha aprobado esta ley por mayoría absoluta y que el resto de partidos y la sociedad «no la aceptan». Por eso, considera que en la actual circunstancia política «puede haber una maniobrabilidad buena con respecto a esta norma» ya que el Partido Popular, el único que no la quiere cambiar, estará en minoría.
Desde la Fapa, su presidenta, Pepita Costa, ha asegurado que protestan porque la reválida «pone en entredicho la preparación que estos alumnos han tenido durante un curso o varios cursos como puede ser la ESO, donde se han visto evaluados continuamente por su profesorado».
«No podemos tolerar que se hagan experimentos con nuestros hijos, y no lo queremos de ninguna manera», ha remarcado Costa, que ha calificado la reválida como «una prueba anacrónica, que no tiene sentido pedadógico». «Nosotros desde la federación estamos a favor de pruebas externas que sirvan como correctivo, pero ¿qué medidas correctoras puedes hacer al final de una etapa como el bachillerato. No tiene sentido pedadógico, lo que busca es crear ránkings», ha criticado la presidenta de la FAPA.
Por su parte, Rafa Sancho, de Comisiones Obreras, ha insistido en el «rechazo» contra una ley «que está hecha sin diálogo ni consenso». «Esta ley tiene su punto culminante en unas reválidas que atentan contra la atención a la diversidad en los centros, que pretende uniformizar una educación y que va a provocar una falta de igualdad de oportunidades de cara al futuro de nuestros alumnos», ha criticado el representante sindical.
Un sevidor de Vdes. también estudió en la escuela. He de decir que me sivió de bien poco. Me acuerdo de un profesor que no suspendia a nadie. Al preguntarle porque lo hacía siempre respondia que elm no era quien había de aprobarle sino LA VIDA. Ahora yo pregunto:¿ Es que se enseña para enfrentarse a los retos que va a encontrarse en el trancurso de su existencia?