@Pablo Sierra del Sol / Marco de Gasperi es una leyenda viva del atletismo de montaña. Cuando este deporte se estaba desperezando, muchos antes de convertirse en el gigante comercial que ya da síntomas de ser, con aficionados en todos los confines del globo y un calendario de pruebas cada vez más atractivo y profesionalizado, este italiano menudo, sonriente y alpino ya ganaba mundiales con apenas 20 primaveras. Desde entonces no ha dejado de recorrer el planeta, ha ganado medallas de oro en campeonatos de Italia, de Europa y del Mundo, certamen en el que ha sido cinco veces campeón absoluto en lugares tan lejanos entre sí como Alaska, Malasia o la República Checa. Ahora, a seis meses de cumplir 40 años, De Gasperi puede permitirse lujos de viajar a Ibiza para correr junto al Mediterráneo que queda tan lejos de su pueblo natal, una localidad enclavada a la nada despreciable altura de 1.229 metros en las montañas perpetuamente coronadas de nieve que separan Suiza de Lombardía. Se expresa en un castellano correctísimo y, con tono optimista, no elude ninguna pregunta minutos después de haber marcado el mejor tiempo en la historia de la Ibiza Trail Marathon.
¿Cómo llevas correr cerca del mar? No debes estar muy acostumbrando viviendo en Bormio.
Ibiza es totalmente diferente al lugar de donde vengo. Yo suelo correr por los Alpes, pero me encanta correr con calor. Lo que he notado en la Ibiza Trail Marathon es la humedad tan pesada que hay a nivel del mar. Eso ha hecho durísimos los diez últimos kilómetros de la carrera, donde he ido controlando para conseguir la victoria porque sabía que Miguel Caballero venía muy rápido por detrás.
¿Qué objetivos se marca un corredor con tu palmarés cuando le invitan a una prueba como la Ibiza Trail Marathon?
Cuando empieza el año tienes que planificarte muy bien tus grandes objetivos y calcular tus picos de forma, pero ahora estamos despidiendo la temporada. Esta es una época donde puedes disfrutar más y elegir las pruebas a las que vas por simple gusto. Venir a Ibiza ha sido a la vez una forma de pasar unas vacaciones y un entrenamiento para acabar el año con buenas sensaciones.
¿Cuánta gasolina te queda? He oído que quieres retirarte próximamente.
Muy, muy poca. La Ibiza Trail Marathon será una de las últimas carreras de mi vida deportiva. Estoy feliz con todo lo hecho. Que uno de mis últimos triunfos sea en una carrera española me llena de ilusión por la gran afición que tiene este deporte en este país.
Cuando uno se cría a casi 2.000 metros de altura, ¿es posible jubilarse de la montaña?
Solo te puedes jubilar de la competición, la montaña no la dejas nunca. Pero yo ya tengo diez años más que Kilian Jornet y todo tiene un principio y un fin. He descubierto otras cosas que me llenan por igual y a las que quiero dedicarme. Estoy organizado ya algunos eventos, me encanta el entrenamiento con niños, tengo una familia que me quiere y a la que me tengo que dedicar…
¿Hasta dónde crees que puede llegar la Ibiza Trail Marathon?
Puede convertirse en un clásico del calendario en unos años. La organización va a creer más y más en su producto según pasen los años. La clave es que sigan por la misma línea que han llevado hasta ahora, innovando edición tras edición para que los competidores que vienen de lejos no se cansen de acudir a esta maratón. Tienen un lugar hermoso para diseñar sus circuitos y cuentan con el aliciente de subir y bajar cuestas junto al mar. Eso es impresionante, igual que el clima. Disfrutar de estas temperaturas a final de octubre lleva a muchos a planificar unas vacaciones muy especiales en Ibiza con la excusa de la carrera.
¿Te han pedido desde la organización que convenzas a Kilian Jornet para que venga un año?
[Risas] ¡Seguro que vendrá algún día! Pero él ahora tiene otros logros que conseguir. Le pasa lo mismo que a mí hace diez años: no podía correr en cualquier lado. Cuando estás peleando por seguir siendo el mejor corredor de trails del mundo tienes que ser muy restrictivo con el número de competiciones en las que participas. Hay que calcular muy bien dónde gastas tus energías. Pero estoy convencido que algún día Kilian se animará a venir a Ibiza.
¿Cómo has vivido la explosión del trail en los últimos años? Aunque en Italia la afición empezó antes que en España, cuando tú empezaste a ganar Mundiales a finales de los noventa, la repercusión de este deporte no era la misma.
Las redes sociales han marcado la diferencia en los últimos diez años…
¿Tan importante han sido vuestras fotos corriendo por Alpes, Pirineos o Dolomitas para enganchar a nuevos corredores?
¡Claro! Así ha sido. Piensa que los que hace unos años se preparaban maratones, ahora han vuelto la mirada hacia las carreras de montaña. Esas imágens de las que hablas han sido el reclamo y su fuente de inspiración. Ellos también querían correr por el monte, recorrer aquellos senderos donde nos veían a nosotros. Las redes sociales han sido fundamentales en el desarrollo del deporte, especialmente porque han atraído a las marcas que han invertido en él. Esa inversión ha permitido organizar carreras cada vez más serias y seguras, y elaborar un calendario muy potente a nivel europeo y mundial. Seguro que en unos años seguirá creciendo el trail. Soy de los que piensan que va a ser uno de los deportes del futuro.
En Ibiza existe una polémica recurrente por las trabas que según los organizadores les ponen los responsables de Medio Ambiente para organizar pruebas de atletismo o ciclismo que transcurren por caminos de montaña. ¿Cómo está la situación en Italia, donde existen organizaciones medioambientales muy potentes?
Yo entiendo la posición de los ecologistas, por un lado, pero organizo eventos muy similares a la Ibiza Marathon Trail y este tema está presente en todo el mundo. Hay gente que directamente no entiende en qué consiste este deporte que se desarrolla en la montaña. Estoy de acuerdo con los ecologistas en que los runners debemos ser los primeros en tener cabeza. No se pueden tirar geles ni cualquier tipo de basura en el monte. Eso sí, una vez concienciados con el cuidado de la naturaleza, este deporte es uno de los más respetuosos con nuestro entorno natural. No se me ocurre nada más lindo que salir a correr por un lugar virgen porque, al volver a casa, aquel paraje va a quedar inalterado. Nosotros mismos somos los primeros ecologistas que se preocupan por cuidar de la montaña. Ese es el mensaje que hay que hacer llegar a los responsables de Medio Ambiente y las organizaciones que se dedican a preservar la naturaleza. Si lo entienden, nos los habremos ganado para siempre.