Can Jeroni siempre ha sido un espacio muy querido por todos los ‘josepins’. Se inauguró en la década de los 50 del pasado siglo y durante décadas fue el cine del pueblo, en una época en la que el cine tenía una aura mágica y fascinante. Además de acoger proyecciones, Can Jeroni era un lugar que vio pasar bodas, comuniones, guateques, fiestas y celebraciones populares de todo tipo. Es decir, desde su nacimiento Can Jeroni fue un “espacio polivalente” antes de que nadie hubiera inventado ese palabro.
Después de su cierre y abandono, en el año 2000 Can Jeroni fue adquirido por el Ayuntamiento con el ambicioso objetivo de que volviera a convertirse en un espacio de referencia para todos los vecinos. Poco a poco, a medida que los presupuestos lo han permitido, las obras han avanzado y algunas de sus dependencias se han recuperado para su uso público. Así, desde hace unos años Can Jeroni ya funciona como sala de exposiciones, pero ahora está a punto de acometer su última y más importante reforma.
El impulso definitivo
El pasado mes de febrero, la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, junto con la concejala de Cultura, Maria Jose Ribas y el concejal Javier Marí, presentaron el anteproyecto de rehabilitación del edificio. Según explicó la responsable de Cultura, el objetivo es “recuperar esta instalación, situada en el centro del pueblo de Sant Josep, para que pueda utilizarse como salón de actos, para pequeñas representaciones teatrales y conciertos, como sala de conferencias o como cine”.
El proyecto arquitectónico ha sido definido como «sencillo, pero que ofrece muchas posibilidades y que respeta la estructura del edificio”. Así, la fachada del antiguo cine se reforma pero mantiene la misma estética, salvo detalles algunos como los accesos, y el edificio mantiene el mismo volumen actual. De esta manera, se prevé que la propuesta no reciba ninguna objeción por parte de la Comisión de Patrimonio, que ha de dar su visto bueno y velar que no incumpla las protecciones impuestas en el perímetro de 250 metros de la iglesia del pueblo.
Las nuevas instalaciones tendrán capacidad para 150 personas, 100 en la planta baja y 50 en el anfiteatro. En la plaza baja también se instalará la recepción y los baños, mientras que se creará una tercera planta diáfana, de 151 m2 para usos múltiples. Según los cálculos del Ayuntamiento, las obras podrían empezar a finales de año y estar listas en un plazo entre 18 y 24 meses.
El Ayuntamiento planea invertir 600 mil euros en la rehabilitación, la mayor parte de los cuales se presupuestarían en 2014. Para este ejercicio, la inversión es de unos 80 mil euros y se destina a la redacción del proyecto arquitéctonico y de obras.