@Noudiari/ Més per Mallorca remitió ayer un comunicado en el que se aseguraba que la ex consellera de Vies Públiques, Stella Matutes, admitió en la comparencia de la comisión de investigación de las autovias que había sido el director de carreteras del Govern, Carlos Jover, «quien decidió las esculturas de la rotondas».
Sobre las comparecencias de Stella Matutesy de Joan Marí ‘Botja0, ex conseller de Patrimoni del Consell d’Eivissa, el diputado David Abril destacó que Stella Matutes debería haberse inhibido en cuanto a la tramitación de todo lo que tenía que ver con los proyectos de las autopistas de Eivissa. «Ella era no sólo la consellera de la materia, sino que formaba parte de la comisión de seguimiento de las obras, junto con la señora Cabrer y el señor Jover «, señaló Abril, quien recordó que la empresa de su padre, el ex ministro Abel Matutes, Fiesta Hotels & Resorts SL, para la que ella también trabajaba hasta el momento de ser consellera estaba afectada por 14 fincas que fueron expropiadas para hacer las carreteras.
Desde Més per Mallorca señalaron que uno de los primeros factores de desviación presupuestaria fueron los errores en las expropiaciones. «Se pagaron 4,5 millones de euros más de lo que tocaba y algunos tuvieron que devolver dinero años más tarde. Es el caso de Matutes, el mayor beneficiario de las expropiaciones ‘erróneas’: 3,5 millones de euros pagados de más, que tuvieron que devolver en 2009, desconocemos si con intereses en favor de la administración», indicaron en el comunicado.
Por otra parte, la formación de David Abril destaca que quien avanzaba los depósitos eran las empresas concesionarias, en este caso Matias Arrom Bibilioni (MAB), concesionaria de la vía de acceso al aeropuerto y socio de otras empresas del grupo Matutes, «avanzó seis millones de euros, en una operación que parece un acuerdo entre socios privados más que un buen ejemplo de gestión pública».
Interpelada por Abril sobre quién daba las órdenes a las concesionarias de acelerar las obras, si ella, si Cabrer o Matas, Stella Matutes admitió «que en todo caso las órdenes eran los representantes del gobierno, aunque ella a pesar de los intereses de su familia hacía parte de las comisiones de seguimiento de las obras y las firmaba».
Finalmente, Matutes admitió que quien tomó la decisión de instalar determinadas esculturas fue Carlos Jover, quien eso sí, «le pidió por deferencia que consideraba de que dos de ellas fueran de Santiago Picatoste, el escultor amigo del entonces Director general de carreteras y al que promocionaba». Desde Més per Mallorca recordaron que en su declaración, Jover había apuntado a las concesionarias, sin asumir su decisión con respecto a este tema.
En la comparecencia de Juan Marí, ‘Botja’, ex conseller de Patrimoni del Consell, Abril pidió a Marí si sabía por que el proyecto de acceso al aeropuerto el Gobierno pedía informe favorable de su departamento y en cambio el de la carretera de San Antonio no. «Marí negó que las órdenes del gobierno para acelerar las obras repercutieran en la preservación de la abundante patrimonio histórico y arqueológico de Eivissa, pero lo cierto es que todavía hay litigios abiertos por esta cuestión, concretamente un juicio reabierto por la Audiencia provincial este año mismo, a causa de un conflicto de intereses con la jueza», indicaron.