@Noudiari/El exministro y empresario Abel Matutes Juan aseguró ayer en la comisión de investigación de las autovías de Ibiza, que se lleva a cabo en el Parlament balear, que no tuvo nada que ver en el diseño de las autovías de Ibiza, que se construyeron con su hija, Stella Matutes, como consellera insular de Obras Públicas.
«En mi casa mandan las mujeres, mis hijas en primer lugar, y después mi hijo, el último mono soy yo. Y cuando estaba actuando como consellera, al último que habría preguntado es a mí, suponiendo que estuviera en Ibiza y hubiera tenido tiempo para atenderla, dado que estaba en otros menesteres».
Así respondió el exministro al diputado socialista, Enric Casanova, que le preguntó si había consultado con su hija, cuando era consellera, el diseño de la carretera y las expropiaciones previstas.
El empresario defendió que durante esos años viajaba mucho a América para abrir hoteles en México y que conoció el proyecto de las autovías cuando se hizo público.
Reclama 300.000 euros
En su comparecencia de ayer en el Parlament, Matutes declaró, entre otras cuestiones, sobre los 800.000 metros cúbicos de tierra extraída durante la construcción de las carreteras, que fueron depositadas en sus terrenos de Platja d’en Bossa, y que, según aseguró, le están causando «un perjuicio económico».
El empresario, que recordó que el Tribunal Supremo determinó que el Govern balear, como responsable subsidiario, debe pagarle cien mil euros al año por tener las tierras depositadas en sus fincas, dijo que en la actualidad se le deben pagos atrasados por 300.000 euros.
Así lo aseguró en respuesta al diputado popular Miquel Jerez, a quien indicó que las tierras se depositaron allí en 2005 «a instancias de las compañías constuctoras» para evitar en temporada de verano un atasco «de cien camiones para llevarlas a un vertedero de Cala Llonga, atravesando toda Ibiza». «La única condición era que en invierno se la llevaran fuera de nuestros terrenos», respondió Matutes.
El empresario defendió que entre el verano de 2006 y 2007 envió hasta cuatro escritos a las constructoras y que incluso se planteó interponer una demanda para que se retiraran.
También negó que exigiera que se retiraran las tierras cuando se rechazó el permiso para su campo de golf, porque el proyecto se denegó «en agosto de 2009, cuando llevábamos dos años pidiendo que nos retiraran las tierras», especificó.
«El milagro de las arenas»
Por su parte, el diputado de Podemos Aitor Morrás le recordó que la sentencia del Tribunal Supremo también «dice que hay un acuerdo entre las dos empresas, Empresas Matutes y Matías Arrom Bibiloni, para el depósito de esas tierras».
«Ahí llega lo que llamamos el milagro de las arenas. Lo mismo que se extrae de las trincheras innecesarias de la construcción acaban depositadas en tierras de su propiedad», señaló el diputado.
Matutes, que reiteró en varias ocasiones que no tenía «ningún acuerdo» con los constructores para depositar las tierras en sus fincas, aseguró que en el diseño del campo de golf «no hacía falta ni un metro cúbico de tierra». También aseguró que estas tierras «no servían porque tenían restos detritus asfáltico, y de vallas de obras y de otros materiales contaminantes».
Sí reconoció que cuando los constructores, en un momento de las obras de las autovía, ofrecieron a través de los medios de comunicación que todo el mundo que quisiera tierras fueran a buscarlas, desde Empresas Matues enviaron un escrito para pedir que «como habían hecho este ofrecimiento» estaban interesados en quedarse 200 mil metros cúbicos para «nuestros cultivos en toda esta zona». «Y la verdad, es que ni nos contestaron», añadió.
Comportamiento «indigno» de los constructores
El empresario también negó conocer a Matías Arrom Bibiloni, uno de los constructores, pero detalló: «Por lo que he sabido después, el señor Bibiloni es socio con el señor (Joan) Lladó de una cantera, y en esta sociedad del señor Lladó, yo tengo una participación minoritaria».
A la pregunta del diputado de Més, David Abril, de si sabía que la concesionaria de Arrom Bibiloni «que ganó la concesión del acceso al aeropuerto obtuvo una ventaja competitiva porque preveía el depósito de la tierra en su finca», Matutes insistió en que no conocía al constructor.
«Sí le puedo decir, y se deduce de cuanto he dicho hasta ahora, que el comportamiento de los constructores no me parece un comportamiento digno. Y eso lo digo aquí, y lo digo donde hace falta», aseguró Matutes, que optó por responder a todas las preguntas en castellano cuando supo que su comparecencia se iba a retransmitir por «tener un alcance superior», dijo.
Los diputados de Podemos, Aitor Morrás y Salvador Aguilera, acudieron a la comparecencia con las camisetas que, simulando el logo de una de las fiestas del Ushuaïa Hotel, critican el modelo turístico de la isla.
pinoxo pinoxo..la gente no es tan ingenua como hace cuarenta años…
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Se cree que la estupidez de los ibicencos es ilimitada… aunque hay que reconocer que en muchos casos acierta…
Un jubilado no tendría que quitarle el trabajo a los jóvenes humoristas. No creo que a sus años tenga necesidad de trabajar en el club de la comedian