@Pablo Sierra del Sol / Tanto remar… para acabar alcanzando la orilla. El Ciudad de Ibiza ha demostrado esta tarde que, algunas veces, en el fútbol hay justicia poética. Con diez en el campo y un gol en contra, los de Ibon Begoña (que encima siguió el partido desde la grada al cumplir el último de sus tres partidos de sanción) han sido capaces de levantarle el marcador al Felanitx que dirige un clásico como Jaume Mut (que también estaba sancionado y, por tanto, se desgañitó en la grada vieja de Can Misses).
El guión del encuentro quería escribirlo el City desde el inicio. Control y buena circulación del esférico, pero pocas ocasiones por la falta de ideas en la zona de tres cuartos. Sin embargo, las bandas funcionaban bien gracias a las subidas de los carrileros. Un chut de Gallego, que se internó por el lateral derecho, fue la ocasión más clara de los locales en los primeros quince minutos.
A partir del 20, el Felanitx despertó, se estiró y empezó a forzar córners sin demasiado peligro hasta que Mesquida dio en la diana. El central mallorquín aprovechó la segunda oportunidad que generó un saque de esquina para adelantarse en el marcador. Mientras tanto, el arbitraje de Valverde Martínez empezaban a desesperar al Ciudad de Ibiza. Víctor Galera vería una amarilla tras el tanto visitante que lamentaría a la vuelta del descanso cuando fue expulsado tras recibir la segunda cartulina.
El inicio de la segunda mitad fueron los peores minutos del City, que parecía desahuciado. Un gol en contra y un jugador menos, quizás demasiado para soñar la remontada contra uno de los equipos que luchan por entrar en los playoffs. Entonces salió a relucir la fe de los locales. Sin su cerebro en el campo, los ibicencos recurrieron nuevamente al juego por los costados.
Luis Lozano se convirtió en delantero centro trazando una diagonal desde el lateral izquierdo para tocar lo justo un centro desde la banda contraria que acabó en el fondo de la portería mallorquina. Después de una ocasión que no pudo aprovechar Adrián Ramos, Andrés Pozo hizo el 2-1 para que las palmas estallaran entre el centenar de espectadores que se apretujaron para vencer a la lluvia que sobrevoló sobre Can Misses durante todo el encuentro.