@Pablo Sierra del Sol / Pablo Maqueda tiene un pasado ilustre en el fútbol, bastante atípico para lo que se estila en una categoría como Tercera División. Canterano del Barça en la época del Dream Team, jugó tres partidos en Primera de la mano de Cruyff y probó suerte en clubes como Oviedo o Mallorca una vez se demostró que Laudrup, Stoichkov o Romario le cerraban las puertas a ese talentoso rubio al que martirizaron las lesiones. Aunque su carrera tuvo altibajos, derivados principalmente de los problemas físicos que le obligaron a retirarse antes de los 30, acumuló más de 200 partidos en el fútbol profesional y fue uno de los primeros españoles en probar suerte en una competición exótica (se fue a Japón en 1997, cuando sus ex compañeros en el Barça Begiristain y Salinas pusieron de moda el fútbol nipón en estas latitudes). Pero algo aflige al entrenador del Rotlet Molinar cuando tiene que dirigir a su equipo en el campo de la Peña. «Cada vez que venimos a Santa Eulària nos encontramos con tres o cuatro borrachos que no deberían entrar en un campo de fútbol».
En los últimos minutos del encuentro, Maqueda directamente se dirigió a los aficionados que le increpaban para recriminarles su actitud. Uno de sus ayudantes le secundó y acabó expulsado. «Llega un momento en el que te puden los nervios. Veo a mis jugadores que intentan hacerlo lo mejor posible y tres descerebrados te hinchan la cabeza con tonterías». El entrenador, que jugó en su día en estadios llenos de miles de aficionados, reconoce que no fue bueno contestar las provocaciones: «No se debe responder nunca, violenta o pacíficamente, a comentarios de ese tipo. Pero la paciencia tiene un límite…»
Fue la nota gris a una tarde de fútbol a flor de piel. De todas formas, la relación entre el míster de los mallorquines y el cuerpo técnico peñista no se resintió. Varios miembros del banquillo, entre ellos Dani Mori, calmaron a Maqueda durante los momentos más tensos de la disputa verbal. Para el técnico peñista, el respeto por el rival está «por encima de todo». Con su calma habitual, Mori expresó su alegría en la rueda de prensa posterior al partido: «A mis jugadores hay que ponerles la nota máxima por la primera vuelta que han hecho. Lo que ha sucedido contra el Rotlet y su manera de darlo todo en el campo y remontar el marcador es para quitarse el sombrero».
todavía es peor entrenador que jugador. si quieres piropos dedicate a la opera payaso
Es que si en el fútbol no podemos sacar lo peor de nosotros mismos, para qué pagar la entrada?
Yo desconozco que pasa en los campos de Mallorca, que supongo debe ser similar aquí o más exagerado. Yo jugué a fútbol en categorías inferiores en Ibiza y ahora llevo mis hijos a jugar al fútbol y la verdad es que donde siempre he oído comentarios salidos de tono y he visto espectadores bebidos en partidos de niños es en el campo de la Peña Santaeulalia.
Soy de santa eulalia y he de decir que dejé de ir a ver los partidos de la peña por que ya daba verguenza ajena. Y en el bar del campo, se puede servir alcohol?