@Noudiari/Siete personas, seis en Ibiza y una en Formentera, perdieron la vida el año pasado las playas de las Pitiüses, según la Memoria Anual de Playas 2016 presentada hoy por la Dirección general de Emergencias e Interior.
En total, en Baleares se registraron 38 víctimas mortales, 23 de los cuales se produjeron en el agua, 6 en la arena, y 9 más fuera de las áreas balizadas. Por islas, a las siete víctimas de las Pitiüses se suman 26 en Mallorca y 5 en Menorca.
Asimismo, en las 389 zonas de baño reguladas se produjeron 857 incidentes graves entre mayo y octubre.
En Ibiza, se contabilizaron 208 incidente graves, que demandaron 115 traslados. De los seis fallecimientos, cuatro se produjeron en el agua, uno en la arena y otro fue ajeno al servicio al Servicio de Emergencias. También se recuperaron cuatro ahogados.
En Formentera se contabilizaron 24 incidentes graves, que necesitaron traslados. En la pitiusa menor se registró una víctima mortal en el agua y se recuperó a un ahogado.
Medio millón de turistas
En la presentación, el director general de Emergencias e Interior, Joan Perelló, ha destacado la necesidad “de incrementar la coordinación entre los servicios del Govern y de los municipios costeros para mejorar la prestación de la seguridad y del salvamento en las playas”. Con este objetivo ya se ha aprobado una instrucción dirigida a los secretarios municipales, que facilita la redacción de pliegues de contratación para los servicios de socorrismo, y reafirma el papel del coordinador municipal de playas.
Igualmente, Perelló ha avanzado nuevas medidas para regular el sector de salvamento, con la expedición del carné de socorrista, con unos criterios homologados en referencia la formación requerida; también se prevé la próxima regulación del registro de empresas de formación en salvamento, que tendrán acreditar la supervisión de la Escuela Balear de Administración Pública, respeto la idoneidad de los cursos que convoquen.
La temporada de baño de 2016 se cerró con cifras récord de turistas, y por lo tanto con un mayor volumen de usuarios de playas en Baleares, con alrededor de medio millón de personas diarias durante los meses de julio y agosto.
Este hecho ha condicionado que se hayan producido más incidentes graves que nunca en los arenales, 857, que han sido atendidos por los servicios de salvamento.